5 de noviembre de 2008
Llueve intensamente y además sopla un viento magallánico arrachado. Los puntarenenses sabemos cómo es caminar en esas condiciones; lo hacemos inclinados luchando contra los elementos. Si nuestros pasos nos llevan por calle Bories y transitamos por nuestra principal arteria, acera del lado oriente, al llegar a la esquina de calle José Menéndez, justo frente a la puerta del entrada del Correo, recibiremos, literalmente, un baldazo de agua fría.
Desde la parte alta de este edificio de altura, el chorro de agua de una canaleta que desagua desde unos seis o siete metros las aguas lluvias directamente a la vereda, puede darnos de lleno. Si tenemos la suerte de percatarnos a tiempo, deberemos seguir avanzando por la calzada y no por la vereda; si no, simplemente terminaremos como patos.
Lo mismo sucede, en la esquina de José Menéndez, vereda sur, casi al llegar a la esquina de calle Bories. Allí el chorro de agua es de las mismas características, y esta cascada que cae de lo alto, ocupa toda la vereda.
La situación se produce cada vez que llueve con algo de intensidad, y empeora cuando además hay viento, cosa nada rara en esta ciudad.
Que esto ocurra en este céntrico punto, y que el origen sea una canaleta mal terminada, instalada en un edificio público, es doblemente condenable.
Por favor, que alguien arregle esto que viene sucediendo desde hace tanto tiempo.
A esta situación, damos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
Durante la reunión, se abordó la importancia de la alianza público-privada para llevar a cabo proyectos de infraestructura pública y vivienda de la región.
Durante la reunión, se abordó la importancia de la alianza público-privada para llevar a cabo proyectos de infraestructura pública y vivienda de la región.