Soy conciente de los problemas de conectividad que tenemos en Punta Arenas, ha señalado Oliver Flögel, Gerente General de Telefónica en nuestro país. Esto luego de que se gestara un movimiento ciudadano que impulsa una demanda colectiva por las constantes deficiencias en el servicio de Internet que esta compañía entrega en Magallanes.
Pocas horas después de este reconocimiento, Juan Antonio Etcheverry, director de clientes y operaciones de Movistar, anunció que de aquí a fines de año la empresa entregará el doble de velocidad de banda ancha a los magallánicos, manteniendo las tarifas. Dijo, además, que en las boletas de este mes se descontarán las 41 horas, que según sus registros, no hubo servicio en estos ocho meses.
Más allá de saludar la fuerza de esta movilización, que logró que estos ejecutivos por fin sacaran la voz y reconocieran al menos parte de su mal servicio, no podemos dejar pasar el hecho de que no se hagan cargo de las constantes caídas que padecen los usuarios locales, y que ellos no contabilizan. Las 41 horas que reconocen, se trata sólo de las fallas masivas, en tanto las periódicas caídas que no permiten enviar ni recibir correos electrónicos, y mucho menos navegar en la web, no serán descontadas de nuestras boletas.
Tampoco menciona la mala atención que entrega Movistar a través de sus líneas de asistencia técnica, que implica perder muchísimo tiempo intentando comunicarse, para terminar la mayoría de las veces hablando con una grabación, y en contadas ocasiones con un empleado que no ofrece mayor información; que nunca sabe a qué se debe el corte, ni mucho menos cuánto durará.
A todas estas, y a muchas otras situaciones, que estos ejecutivos no mencionan pero que forman parte del pésimo servicio que entregan, damos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
