31 de marzo de 2009
A LOS HECHOS SUCEDIDOS EL DOMINGO EN EL CENTRO DE READAPTACIÓN SOCIAL DE NUESTRA CIUDAD.
El sangriento episodio ocurrido en la mañana del pasado domingo en el centro de Readaptación Social de nuestra social, que dejó una víctima fatal y a reos lesionados, se veía venir. En las últimas semanas fueron varias las señales, entre […]
El sangriento episodio ocurrido en la mañana del pasado domingo en el centro de Readaptación Social de nuestra social, que dejó una víctima fatal y a reos lesionados, se veía venir.
En las últimas semanas fueron varias las señales, entre ellas, notas hechas llegar por algunos reclusos a nuestro medio de comunicación, dando cuenta de un clima enrarecido que les inquietaba. Además, el día anterior, el sábado, informamos de un recluso herido con arma blanca en circunstancias no aclaradas, aunque se señaló que las lesiones habían sido auto inferidas.
En suma, lo menos que se podía esperar era un férreo control de las autoridades respecto de la población penal, sobre todo en el módulo donde se concentraba este inquietante cuadro.
Pese a ello, se desató una riña de proporciones, en la que salieron a relucir armas blancas.
Todos sabemos que en los penales, los reos se suelen procurar elementos que puedan ser utilizados como armas, pero es deber de Gendarmería evitar que aquello suceda. Con mayor razón debió actuarse rigurosamente, de manera preventiva, en momentos en que los signos de que algo podía suceder eran claros.
A que haya sucedido lo que ocurrió el domingo, damos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
El control estuvo a cargo de la SIAT Magallanes, con apoyo del OS7 y autoridades regionales.
El control estuvo a cargo de la SIAT Magallanes, con apoyo del OS7 y autoridades regionales.
