10 de mayo de 2010
El día internacional de las aves migratorias, fue instaurado en el año 2006 como una forma de difundir la necesidad de protección de las aves migratorias y sus hábitats, invitando a realizar diferentes acciones de sensibilización, durante la segunda semana de mayo de cada año. El lema de este año es Salven a las aves migratorias en crisis: cada especie cuenta!, aludiendo especialmente a aquellas especies que están en peligro de desaparecer a nivel global, lo que adquiere un significado relevante al ser éste, el año internacional de la diversidad biológica.
Es por esto que la agrupación para la conservación de la biodiversidad marina y costera Arka, invita a los establecimientos educativos, organizaciones sociales y comunidad en general, a informarse y reflexionar acerca la necesidad de proteger a estas especies. Cabe señalar que las aves están fuertemente expuestas a la actividad no controlada del ser humano, como los incendios forestales que destruyen sus hábitats y sus fuentes de alimentación, el uso de pesticidas que envenenan las colonias de aves y su alimento y la agricultura intensiva que destruye los bosques y sus fuentes de agua.
Aves migratorias
La migración es un proceso natural, en que las distintas aves viajan distancias de cientos y miles de kilómetros para encontrar las mejores condiciones ecológicas y hábitats para su alimentación, reproducción y crecimiento de sus polluelos. Cuando las condiciones son desfavorables, debido a las bajas temperaturas, estas aves migratorias pueden volar hacia localidades con mejores condiciones.
Existen diferentes patrones de migración. La mayor parte de las aves vuelan desde áreas de reproducción en el hemisferio norte durante el verano boreal, hacia sitios de alimentación en el verano austral. Otras aves, como muchas que se encuentran en Magallanes, se reproducen en estas tierras durante el periodo estival, y migran entrado el otoño hacia latitudes más bajas. Algunas pueden soportar las bajas temperaturas de los meses de invierno pero realizan migraciones locales, moviéndose dentro de Magallanes y sectores cercanos de Argentina en busca de alimento. Incluso algunas poseen migraciones altitudinales, usando sectores montañosos durante el periodo reproductivo y descendiendo hasta el nivel del mar en invierno.
Las aves migratorias tienen la perfecta morfología y fisiología que las hacen capaces de sortear grandes distancias. Sin embargo, el viaje es exhaustivo y a menudo alcanzan el límite de sus capacidades. Por ejemplo, el playero ártico, de 24 centímetros de largo y casi 220 gramos de peso, se reproduce en el hemisferio norte y viaja hasta Tierra del Fuego a pasar el invierno. Durante este nivel de migraciones, las aves pierden casi la mitad de su peso corporal, y esto teniendo en cuenta que en los 15 mil kilómetros de recorrido, realizan numerosas paradas en sitios costeros a alimentarse y recobrar la vitalidad para seguir viaje.
No se sabe con absoluta exactitud cómo estas aves encuentran sus rutas de viaje, pero recientes experimentos indican que se orientan a lo largo de los campos magnéticos de la Tierra a través de receptores de luz especializados en sus ojos.
Los seres humanos se han inspirado por la migración de las aves, en casi todas las culturas, las aves han anunciado el arribo de la primavera y nuestros pueblos originarios no escaparon a esta fascinación. En la mitología selknam, el hombre pájaro – chorlo chileno – partió rumbo al norte, en una prueba de fuerza, a comienzos de invierno, y regresó en primavera con otro plumaje donde resaltaba un cintillo blanco que representaba la arcilla que usarían los selknam para pintarse en sus rituales. Este mito rescata no sólo la importancia de las aves- hombres que ayudan a su pueblo con innovación tecnológica y cultural- sino que además, representa el acabado conocimiento que tenían los selknam sobre la estacionalidad y la fauna con la que convivían.
Pero a nivel global, sólo en los últimos 30 años se han extinto 21 especies de aves. En el presente 192 especies se encuentran críticamente en peligro, de las cuales 31 son migratorias. Entre las aves migratorias más hermosas que se encuentran en la Región de Magallanes y Antártica Chilena, destacan los playeros y chorlos, entre los cuales, además del playero ártico, el playero de Baird y el playero de lomo blanco llegan en verano a estas latitudes desde el hemisferio norte. El chorlo chileno, el chorlo de doble collar y el chorlo de campo viajan en otoño hasta Chile central y parte de sus poblaciones permanecen en migraciones locales en Magallanes. El conocido queltehue, la becasina, el fio fio y el chincol son también aves migratorias.
Arka es una organización territorial, sin fines de lucro, cuya misión es promover en la ciudadanía la conservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural de los ecosistemas marinos y terrestres de la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
Arka es un vocablo kawéskar que significa color verde azulado y que para la agrupación, simboliza los ecosistemas marinos terrestres y la cultura asociada a ellos
Foto: este hermoso ejemplar de carancho se posó ayer en la mañana en la calzada de calle Magallanes frente al bandejón central de la avenida Colón. Aunque no es ave migratoria, su actitud osada y poco frecuente, porque no suelen ingresar a los sectores urbanos, sirva para valorar a todas las aves que existen en nuestra región.
Campaña de Verano
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