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1 de junio de 2023

ACTIVIDAD FÍSICA Y FUNCIONALIDAD: LA CLAVE DEL ENVEJECIMIENTO EXITOSO

Todo ser humano tiene un proceso vital que comienza con el nacimiento. Para algunos con la concepción. Sin embargo, sabemos que el vivir implica pasar por una serie de etapas de crecimiento y maduración. Transcurrir por estas fases de la […]

Todo ser humano tiene un proceso vital que comienza con el nacimiento. Para algunos con la concepción. Sin embargo, sabemos que el vivir implica pasar por una serie de etapas de crecimiento y maduración. Transcurrir por estas fases de la vida implica ir viviendo acorde a nuestra edad biológica y a las condicionantes que la sociedad espera de nosotros, como lo es ir al colegio, socializar, practicar algún deporte, ir a la universidad, trabajar, formar familia, etc. No obstante, cada etapa nos prepara para una etapa final que es la vejez o adultez mayor, que se entiende, según el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), como toda persona que ha cumplido los 60 años, sin diferencia entre hombres y mujeres. Esta definición nos parece precisa, pero poco exacta en términos de funcionalidad, debido a que no considera aspectos propios del paso del tiempo, como la aparición de algunas enfermedades, pérdida de fuerza o de movilidad articular, aumento del riesgo de caída, etc. Además, nos resulta problemático el darnos cuenta de que al llegar a esta etapa, en algunas personas encontramos ciertos déficits en sus capacidades físicas, cognitivas y/o sociales. En este sentido nos parece relevante conocer e identificar si las personas mayores son funcionales o si cuentan con una buena calidad de vida.


En los años 80 la funcionalidad se entendía como un proceso lineal que iba desde la enfermedad a la discapacidad y, por ende, a la necesidad de asistencia. Actualmente, esa perspectiva ha cambiado y la funcionalidad se considera un proceso complejo y dinámico, donde las personas pueden fluctuar entre distintos estadios a lo largo del ciclo de vida. Este proceso, complejo y dinámico, está directamente relacionado con la calidad de vida pues se encontró una correlación positiva entre las variables funcionalidad y calidad de vida, las cuales indicarían, que, a mayor grado de independencia funcional, mejor nivel de calidad de vida.


Con el envejecimiento, la masa muscular disminuye, asociado a una disminución progresiva de la fuerza, la calidad muscular y funcionalidad, lo que se conoce como sarcopenia. Lo anterior asociado al sedentarismo que podemos encontrar en este grupo etario y se puede incrementar la perdida de funcionalidad en las personas mayores.


Otros factores que influyen en el grado de funcionalidad de las personas mayores son la aparición de enfermedades, así como también el estilo de vida que la persona llevó durante los primeros 40 años de su vida, lo que a su vez también es un condicionante de la aparición de enfermedades. El grado de funcionalidad también va de la mano con el grado de independencia de la persona, pues una persona menos funcional requerirá de una persona para su cuidado, a nivel funcional, en su disminución en el adulto mayor hay una relación inversamente proporcional con el grado de estrés de su cuidador y sus niveles de depresión6, afectando la calidad de vida de ambas partes.

Este aspecto es fundamental pues nos habla de la importancia del grupo social y de las redes de apoyo que se tengan, lo que contribuirá en mayor o menor medida en el nivel de dependencia y funcionalidad que la persona mayor tenga. Por otro lado, la percepción que la persona tenga de sí misma también es un factor relevante pues es un concepto que es transversal a todos los aspectos de la vida, en donde el adulto es capaz de percibirse de determinada manera, provocando sensaciones tanto positivas como negativas, en donde puede verse dañado la auto imagen. Esto a su vez se problematiza aún más cuando observamos que cada vez se le da menos espacio al adulto mayor, obligándolo a quedarse en casa, sin socializar, moverse, salir o distraerse. Estos aspectos influyen cognitivamente en la persona afectando directamente sus ganas de hacer cosas, que es lo que los mantendrá activos y por ende funcionales.


La inactividad física y el sedentarismo son factores determinantes en la funcionalidad de la persona mayor. Post adolescencia, el ser humano se priva gradualmente del ejercicio físico debido a varios factores, entre estos puede ser una lesión, falta de tiempo y de motivación por el ejercicio, provocando que la persona evite invertir en la salud física. El hecho de que la persona no realice actividad física, lo cataloga en un estilo de vida sedentario, esto acrecentado, si su fuente laboral, es exclusivamente trabajo de escritorio.


Siempre será un buen aliado el ejercicio físico, un entrenamiento multicomponente, combinando fuerza, equilibrio y resistencia entre otros, aplicado a la persona mayor, para mejorar su funcionalidad beneficiando directamente a su calidad de vida. Teniendo otros tantos beneficios como normalización de la tensión arterial, el umbral del dolor, mejorías del patrón del sueño y aumento de la velocidad de marcha1. Incluso como una alternativa más atractiva y lúdica, bailar de 45 a 60 minutos durante 12 semanas, es una intervención segura que disminuye significativamente la intervención de control para equilibrio y marcha en las personas mayores.

Como futuros preparadores físicos, estamos conscientes que nuestro aporte para un envejecimiento exitoso va de la mano del fomentar actividad física en este grupo etario, aunque si comenzáramos un cambio de mentalidad en la sociedad y fomentáramos la actividad física desde mucho antes, estamos seguros de que la funcionalidad y la calidad de vida de estas personas sería mucho mejor, y seguramente el envejecimiento serio visto de otra manera por la sociedad. Por último, entendemos que este atributo, es el resultado de una interacción de un sin número de variables en el gran y completo proceso de envejecer, pero como sociedad ¿cómo logramos incorporar estos conceptos en el diario vivir y de esta manera conseguir mayores grados de funcionalidad en las personas mayores? Este es el gran desafío que nos queda por delante.

Leonardo Soto Jara, Almendra Barrientos Fuchslocher, Melisa Alvarado Castillo – estudiantes de Técnico en Preparación Física de Santo Tomás
Mg. Rodrigo Yáñez Yáñez – docente Santo Tomás Punta Arenas