0d48ec9d-a119-4787-8781-70de66845b73-medium-standard-q100.png

27 de noviembre de 2023

AUTORA DE «LOS NIÑOS TAMBIÉN TIENEN MEMORIA» RESCATA HISTORIAS DE LA INFANCIA EN DICTADURA

Lilian Pinto intentó llenar un vacío de información respecto de aquellas niñeces que no sufrieron, directamente en sus familias, las violaciones a los derechos humanos, pero también vivieron la experiencia del miedo. Lilian Pinto Durán es una mujer como tantas, […]

Lilian Pinto intentó llenar un vacío de información respecto de aquellas niñeces que no sufrieron, directamente en sus familias, las violaciones a los derechos humanos, pero también vivieron la experiencia del miedo.

Lilian Pinto Durán es una mujer como tantas, que se mantuvo al margen de toda información relativa a las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile durante la dictadura militar. Hasta que su hija de 15 años fue obligada a permanecer de pie durante 20 minutos, por reírse en la fila del colegio al que recién había ingresado. Lilian decidió buscar en Google ese método de castigo, y lo que encontró fue una forma de tortura, además de un cúmulo de información de distintos tormentos que afectaron directamente a una parte del país, e indirectamente a todo el resto a través del miedo.

La historia es larga hasta llegar a 2023, año en que apareció la primera edición de su libro autoeditado, financiado por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura. «Los niños tienen memoria. 11 de septiembre de 1973» fue recientemente presentado en Punta Arenas, en la Universidad de Magallanes (UMAG), con el apoyo de la Dirección de Derechos Humanos y Ciudadanía, y del Instituto Nacional de Derechos Humanos. En la ocasión, aprovechó de compartir sus reflexiones sobre este texto de 276 páginas, en cuya contratapa dice «Cuando llegamos a este mundo, no existía el Mural de los Desaparecidos. Hoy gritamos desde lo más profundo de nuestro corazón… ¡Por favor, nunca más!».

En entrevista con umag.cl, comentó que llegó al tema del libro cuando se dio cuenta «de que ya había demasiada información sobre la infancia más sufrida, pero nosotros igual somos chilenos, o sea, yo también fui una niña chilena, y yo me quedé en Chile, pero nadie sabe qué pasó con los que se quedaron. Nosotros, los de la vereda de enfrente no salimos en ninguna parte de la historia. Y ahí empecé a conversar más que a preguntar«. Consultada por la intención final de su creación, afirmó que espera «que este libro sirva para que cada uno salga de la burbuja. Podemos ser empáticos, que nos importe lo que le pasa al otro, aunque sea conversando. No podemos estar tan polarizados. Ése es un trabajo que yo ya hice, y escribí un libro. Pero creo que todos deberíamos hacer algo, y ése es el mensaje«.