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1 de mayo de 2015

CAPACITACIÓN DE MISIONEROS CON TALLERES BÍBLICOS

    Ramón Fuenzalida, de Osorno, dirige los talleres que comienzan hoy, a las 15.00 horas, en el Centro Caguach, considerando que “en los evangelios se encierra la fuerza más poderosa que poseen las comunidades cristianas para regenerar su vida. […]

 

 

Ramón Fuenzalida, de Osorno, dirige los talleres que comienzan hoy, a las 15.00 horas, en el Centro Caguach, considerando que “en los evangelios se encierra la fuerza más poderosa que poseen las comunidades cristianas para regenerar su vida. La energía que necesitamos para recuperar nuestra identidad de seguidores de Jesús. El Evangelio de Jesús es el instrumento pastoral más importante para renovar hoy a la Iglesia”.

 

Por su parte Miguel Velásquez, pastor de la Comunidad de Jesús Nazareno indica: “Muchos cristianos buenos de nuestras comunidades solo conocen los evangelios ‘de segunda mano’. Todo lo que saben de Jesús y de su mensaje proviene de lo que han podido reconstruir a partir de las palabras de los predicadores y catequistas. Viven su fe sin tener un contacto personal con ‘las palabras de Jesús’».

 

Para la Misión Territorial” en que está empeñada la Iglesia Católica explican: “Es difícil imaginar una ‘nueva evangelización’ sin facilitar a las personas un contacto más directo e inmediato con los evangelios. Nada tiene más fuerza evangelizadora que la experiencia de escuchar juntos el Evangelio de Jesús desde las preguntas, los problemas, sufrimientos y esperanzas de nuestros tiempos.

 

En el marco de un programa coordinado conjuntamente entre el Centro Bíblico Pastoral para América Latina (CEBIPAL), órgano del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), y las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU) se inician esta tarde los “Talleres de Lectura Orante de la Palabra” cuyo objetivo es motivar y socializar la Animación Bíblica de la Pastoral en la Comunidad, descubriendo la Palabra de Dios como fuente de evangelización en todas las actividades pastorales, pues ella alimenta la comprensión del Misterio de Dios y alienta la respuesta del creyente.