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14 de mayo de 2009

CARLOS MONTECINOS ES UNA PERSONA CIEGA QUE PIDE UN POCO DE RESPETO A SU CONDICIÓN

Él ser una persona con alguna discapacidad en nuestra sociedad, muchas veces complica el desarrollo personal ya que, por ejemplo, nuestra ciudad, nuestras calles, nuestros espacios públicos en general, no están diseñados muchas veces para una silla de ruedas, y […]

Él ser una persona con alguna discapacidad en nuestra sociedad, muchas veces complica el desarrollo personal ya que, por ejemplo, nuestra ciudad, nuestras calles, nuestros espacios públicos en general, no están diseñados muchas veces para una silla de ruedas, y con muchas dificultades se pueden desplazar por nuestra ciudad aquellas personas que son ciegas, como es el caso de Carlos Montecinos, quien vive en el sector de prolongación República y su desplazamiento diario en su mayoría lo realiza desde su casa hasta la parroquia Cristo Obrero.

Carlos es no vidente desde hace más de 40 años y ha estado en Santiago para su rehabilitación y para aprender a desplazarse por la ciudad, pero nos comenta que en su trayecto diario, es muy difícil llegar hasta su lugar de destino, ya que se encuentra con muchas dificultades a su paso, como portones abiertos hacia la calle, vehículos estacionados en la vereda y pegados a la viviendas. Incluso – nos dijo – las ya comunes jaurías de perros obstaculizan el tránsito ya dificultoso de estas personas.

Montecinos hace un llamado a los conductores para a no dejen sus vehículos estacionados obstruyendo el paso peatonal, ni sus portones abiertos hacia la calle, y que respetar los pasos en las esquinas., ya que si para las personas normales es difícil cruzar una esquina, para los ciegos esto es mucho más difícil, como a él le ocurre a diario en calle General Salvo por el gran flujo de vehículos de la locomoción colectiva.

En Punta Arenas el último censo arrojó que existen 84 personas en calidad de no videntes, que circulan por las calles y que de momento no piden compasión, pero sí, como en el caso de Carlos, sólo un poco de respeto por esta condición, para que puedan transitar seguros y libres por las calles de nuestra ciudad.