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25 de octubre de 2016

CEMENTERIO SARA BRAUN, UNA HERMOSURA PARA EL MUNDO, REGISTRO VIVO DE NUESTRA HISTORIA

Es la fecha en que se recuerdan los seres queridos, los ancestros y quienes forman parte de la Historia de Magallanes, porque el camposanto magallánico es más que un lugar de sepulturas, es con sus mausoleos, tumbas y personajes del […]

Es la fecha en que se recuerdan los seres queridos, los ancestros y quienes forman parte de la Historia de Magallanes, porque el camposanto magallánico es más que un lugar de sepulturas, es con sus mausoleos, tumbas y personajes del pasado, el lugar donde el devenir de Punta Arenas, desde que fue instalada por el Gobernador José de los Santos Mardones, hasta nuestros días, puede ser palpada.
Los cementerios son parte de la condición humana, por lo que cada asentamiento del hombre incluye un camposanto. Así lo entendió Manuel González, el primer Gobernador de Magallanes, quien asumió en 1843, apenas Juan Williams tomó posesión del Estrecho de Magallanes e instaló, en Fuerte Bulnes, el primer cementerio, que fue ubicado en octubre de 2013 por investigadores de la Universidad de Magallanes.
En 1848 el Gobernador José de los Santos Mardones trasladó la colonia desde Fuerte Bulnes hasta la llamada Punta Arenosa, la actual Punta Arenas. Y naturalmente destinó un sitio como cementerio, en la orilla sur del arroyo del Panteón, hoy río de la Mano, y en el cual fueron sepultadas las víctimas del motín de Cambiazo.
Por considerarlo inadecuado, el Gobernador Jorge Schyte, en 1855, ordenó el traslado del cementerio al lugar donde se encuentra hoy la Plaza Lautaro, a la orilla norte del mismo río. En este, tercer cementerio, fueron sepultadas unas 1.300 personas, incluyendo las víctimas de la explosión de la fragata inglesa Dotterel.
EL NUEVO CEMENTERIO
El crecimiento de la ciudad fue haciendo insuficiente el camposanto, por lo que el Gobernador Manuel Señoret, a comienzos de 1894, gestionó la compra de un terreno, más alejado de la población.
El Presidente Jorge Montt, el 9 de abril de 1894, firmó el decreto que creaba el Cementerio General de Punta Arenas, que fue inaugurado el 18 de abril de ese año. El decreto presidencial exponía:
“Visto el oficio un. 129 del 2 del mes próximo pasado, del Gobernador de Magallanes,
“Decreto:
“Procédase al establecimiento de un nuevo cementerio en la población de Punta Arenas.
“Se reservan con ese objeto cuatro hectáreas de terreno al norte de dicha población i a una distancia aproximada de un kilómetro del río de la misma. Tómese razón”.
El nuevo cementerio, a diferencia del anterior, no hacía distinción de las creencias de los difuntos. El cementerio de plaza Lautaro estaba dividido entre creyentes e infieles, entendiéndose por los primeros los de religión católica y los disidentes por los segundos.
La creación del cementerio, en 1894, no era una obra aislada de la gobernación de Manuel Señoret, sino que se enmarcaba en otras obras de progreso como una fábrica de ladrillos, en 1892; la construcción de la iglesia matriz, iniciada en 1892, inaugurada en 1901; el edificio de la Gobernación; la mansión de Sara Braun; la residencia de José Menéndez; la construcción del Teatro Colón, hoy municipal; el abastecimiento de agua corriente salubre; la solicitud de creación de un juzgado letrado; la creación de un hipódromo; el primer Banco; la primera imprenta y el primer periódico; la creación de la Comisión de Alcaldes, que devendría en la Municipalidad; etc.
El trazado del cementerio estuvo a cargo del ingeniero Carlos Prieto, designado por el sucesor de Señoret, el Gobernador Carlos Bories, como recuerda una placa recordatoria que reza: “Este cementerio fue fundado durante el gobierno de S. Manuel Señoret Astaburuaga el 9 de abril 1894. Su ensanche y trazado fue hecho por el ingeniero D. Carlos Prieto de orden del gobernador D. Carlos Bories presidente de la H. Junta de Beneficencia. El 15 de diciembre de 1895”.
El trazado conformaba el cementerio con avenidas flanqueadas con pinos y cipreses.
Si bien la primera inhumación se realizó el 28 de abril de 1894, diez días después de su inauguración, y correspondió a los restos de Margarita Vives, trasladados desde el antiguo cementerio, luego plaza Lautaro, figura en los registros con el número 1 el pionero José Nogueira, quien había muerto en Arequipa, y fue sepultado antes de inaugurarse el camposanto, mediante una autorización gubernamental especial.
“El cementerio de Punta Arenas, inaugurado a fines del siglo XIX, es valorado y expuesto como patrimonio arquitectónico de la Patagonia”*.
Los años 1891 y 1892 Punta Arenas vivió un notable progreso en la edificación, pero fue en 1893 que este rubro alcanzó niveles espectaculares. Abundantes carpinteros y albañiles expertos, en su mayoría inmigrantes dálmatas usaron su pericia en nuevas construcciones y hasta montaron una fábrica de ladrillos.
Fue la época en que el padre José Fagnano inició la construcción de un gran tiemplo, en mampostería de ladrillo y piedra, en reemplazo de la anterior iglesia, destruida por un incendio. Al lado se inició la construcción del gran edificio de la Gobernación, de dos pisos y un tercero parcial. Sara Braun, viuda de José Nogueira, inició la construcción de su mansión, diseñada por el arquitecto Numa Mayer, frente a la plaza. En la misma cuadra, José Menéndez inició la construcción de una segunda vivienda, junto a la casa de su comercio. El mismo Menéndez le encargó a Numa Mayer la construcción de un teatro, un edificio de tres pisos y mansarda.
Todas estas construcciones, en estilos neoclásicos, se verían reflejadas en el cementerio. En una ciudad de tan bullente progreso, con construcciones palaciegas en el centro de la ciudad, el cementerio se iniciaría con mausoleos al nivel de las mansiones levantadas por grandes arquitectos.
PORTICO MONUMENTAL
La magnificencia de las construcciones motivaría la generosidad de Sara Braun para ordenar la construcción de un pórtico monumental para el Cementerio, con un costo de 300 mil pesos de la época. Fue construido entre 1921 y 1923 por el ingeniero Francisco Ciscutti y ornamentos de Pascual Borich, en estilo neoclásico francés, como otras construcciones de la ciudad.
El cementerio fue reconocido entre las 15 edificaciones conmemorativas del Año del Bicentenario 2010, a nivel nacional, como ícono representativo de la Región de Magallanes y Antártica Chilena. En 2012, el Consejo de Monumentos Nacionales lo declaró Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico. En 2013, una encuesta de la red de televisión CNN, lo ubicó en el sexto lugar entre los 10 cementerios más hermosos del mundo, el único de Chile. Los otros nueve son St. Louis 1, Nueva Orleans, Estados Unidos; Cementerio La Recoleta, Buenos Aires, Argentina; Cementerio Highgate, Londres, Inglaterra; Cementerio Central, Viena, Austria; Bonaventure, Georgia, Estados Unidos; Cementerio Novodevichy, Moscú, Rusia; Cementerio Woodlawn, Nueva York, Estados Unidos; Cementerio Waverley, Sydney, Australia y Cementerio Père Lachaise, París, Francia.