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11 de octubre de 2009

COMENZÓ TEMPORADA TURÍSTICA EN PARQUE NACIONAL CABO DE HORNOS

El pasado 16 de septiembre el crucero Mare Australis con 115 pasajeros arribó al Parque Nacional Cabo de Hornos, ubicado a 12 horas de navegación desde Puerto Williams. Esta área silvestre protegida del Estado comprende los grupos de islas Wollaston […]

El pasado 16 de septiembre el crucero Mare Australis con 115 pasajeros arribó al Parque Nacional Cabo de Hornos, ubicado a 12 horas de navegación desde Puerto Williams. Esta área silvestre protegida del Estado comprende los grupos de islas Wollaston y Hermite.

Patricia Córdoba Figueroa, guardaparque de CONAF, explicó que “los pasajeros del Mare Australis desembarcaron a las 7 de la mañana para visitar la isla. Al día siguiente tuvimos la llegada del primer yate, el Santa María Australis, de bandera alemana, procedente de Ushuaia”.

La funcionaria de CONAF agregó que “el capitán del yate, Wolf Kloos, obtuvo recientemente la nacionalidad chilena y nos expresó su emoción y gratitud. Como lleva muchos años viviendo en Puerto Williams y recorriendo los canales del extremo sur del país, es un experimentado navegante en esta zona”.

La embarcación estaba tripulada también por los alemanes Julius Babler Herbert, Gerhard Reschke Günther Siegfried y Willi Rescke Günther Siegfried, la argentina Natalia Esteban y la venezolana Jeannete Talavera. Según Patricia Córdoba, todos “expresaron su emoción al haber logrado llegar a estas tierras tan australes y se mostraron maravillados con el hermoso paisaje del Parque Nacional Cabo de Hornos”.

Presencia de guardaparques
Gracias a un convenio entre CONAF y la Armada de Chile existe desde 2008 presencia de guardaparques en este remoto lugar.

La guardaparque vive desde principios de este año en la Alcaldía de Mar de Cabo de Hornos, junto a su marido el sargento 2º Eliot Villarroel y sus dos hijas. A fines de este año dejarán Isla Hornos y serán reemplazados por otra familia que los relevará en sus funciones.

Esta isla es el único lugar habitado del parque y el último antes de llegar a la Antártica. En ella existe infraestructura de uso público, que consiste en un muelle para botes que permite el desembarco de personas y una pasarela peatonal que se interna en la isla hasta llegar al punto más alto, donde se ubica el Faro Hornos.

Por muchos años, el Cabo de Hornos fue uno de los hitos principales de las rutas de navegación de embarcaciones a vela, aún cuando sus aguas son particularmente peligrosas, por sus fuertes vientos y oleaje. Basta mirar un mapa para constatar que esta pequeña isla es realmente “el fin del mundo”.