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6 de septiembre de 2015

CUATRO NAUFRAGIOS EN LA MIRADA DE LOS DESCENDIENTES

Melitha Krause se emocionó hasta las lágrimas ese día. Protagonista del documental «El hundimiento del SMS ‘Dresden’», que se estrenará este domingo a las 20:30 horas por UCV TV como el primer capítulo de la serie «Naufragios», ella ahí da […]

Melitha Krause se emocionó hasta las lágrimas ese día. Protagonista del documental «El hundimiento del SMS ‘Dresden'», que se estrenará este domingo a las 20:30 horas por UCV TV como el primer capítulo de la serie «Naufragios», ella ahí da un sentido testimonio de sus tiempos en familia en el sur de Chile y la relación con su padre, Max Krause Busch, obermatrosen (suboficial) del crucero alemán «Dresden», hundido en 1915 en la bahía Cumberland, en Juan Fernández.
Melitha viajó este año al archipiélago para participar de las conmemoraciones del centenario del hundimiento. También viajó Tevo Díaz, director de ese documental y de otros tres que serán emitidos cada domingo de septiembre. En uno de los salones del transporte «Aquiles» de la Armada chilena se dio una función del capítulo. Melitha volvió a emocionarse al verlo.
«Pusimos el foco en la búsqueda de los descendientes de los náufragos que vivieron estos cuatro episodios, parte de nuestro patrimonio submarino. Sus voces nos dan nuevas miradas de los hechos», explica el director.
«Naufragios» cuenta con financiamiento del Consejo Nacional de Televisión, y le tomó al equipo de Tevo Díaz y el guionista Francisco Greene casi cuatro años. Tiene escenas rodadas en las islas Robinson Crusoe y Quiriquina, los puertos de Iquique y Valparaíso, Punta Arenas, y puntos tan alejados como Hamburgo y la Antártida.
Ese remoto y helado paraje es escenario de un impresionante episodio. «La historia del naufragio del rompehielos inglés ‘Endurance’, en 1915, es la mayor historia de supervivencia humana. Veintiocho hombres estuvieron perdidos en la Antártida casi dos años. Seis tripulantes navegaron en busca de ayuda», cuenta el director.
En «Endurance: una hazaña antártica» el foco está puesto en la figura de Luis Pardo Villalón, el famoso Piloto Pardo, protagonista del rescate de la malograda expedición británica a cargo de Ernest Shackleton. «Logramos encontrar a los nietos del Piloto Pardo en Washington DC y en Santiago», comenta Díaz.
La picardía chilena
Los documentalistas también rastrearon a descendientes de la «Esmeralda», hundida en 1879 en Iquique. «La figura de Prat y el Combate Naval han sido difundidos por la historia. También se conocen muchas cartas de los oficiales, pero la historia de la gente de cubierta de la ‘Esmeralda’ es totalmente desconocida», dice Díaz.
Entre los 67 sobrevivientes capturados por el «Huáscar» figura el grumete Bolados, un muchacho de no más de quince años, hecho prisionero y sometido a trabajos forzados, como el resto de sus compañeros. Una noche, Bolados y Concha se disfrazaron de grumetes peruanos, y huyeron al desierto. «Allí se encontraron con las tropas chilenas, y continuaron en el frente de la Guerra del Pacífico. Tocamos muchas puertas en Iquique, hasta que dimos don Víctor Soto Bolados, su nieto de 90 años, que nunca había sido entrevistado», agrega.
«Naufragios» completa su serie con el episodio «La Oriental: un naufragio porteño». La fragata belga-francesa se hundió frente a Valparaíso en 1840. El equipo bajó en busca de los restos en la zona de la Roca del Buey, pero se encontró con muchos otros naufragios. «No se podía identificar nada. En Valparaíso hay cerca de 600 naufragios», indica el director.
«La Oriental» reviste un carácter histórico porque fue la nave que trajo a Chile los primeros fisonotipo y daguerrotipo. Con estos instrumentos se tomaron las primeras fotografías de tierras sudamericanas, en Río de Janeiro y Montevideo. «Algunos de los tripulantes se quedaron en Chile, e hicieron familia, como el profesor Jean Baptiste Popelaire. Su hijo, Leopoldo Popelaire, fue profesor en el Instituto Nacional y ayudó al proyecto educacional chileno. Entrevistamos a su bisnieto, Jorge Fernández, autor del libro ‘El naufragio de un naturalista belga'».
IÑIGO DÍAZ
Cultura
El Mercurio