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6 de julio de 2014

EN JUNIO DE 1960 INFORMAN SOBRE EL HALLAZGO DE HUESOS GIGANTES DE HUMANOS

Alrededor de esta fecha, se propaga la noticia de que el chilote–tehuelche José Hueichatureo Chicuy había descubierto un túmulo funerario en la estancia Guido, en las proximidades de las Torres del Paine. Según la versión, se había encontrado una tibia […]

Alrededor de esta fecha, se propaga la noticia de que el chilote–tehuelche José Hueichatureo Chicuy había descubierto un túmulo funerario en la estancia Guido, en las proximidades de las Torres del Paine. Según la versión, se había encontrado una tibia humana, bien conservada, de un tamaño muy superior a las normales.
La información daba cuenta que el hallazgo fue registrado en dependencias policiales y que periodistas de Punta Arenas lo habían observado. El hueso, junto a los demás restos, se creían contemporáneos a los relatos formulados por Antonio Pigafetta y Hernando de Magallanes, que tuvieron gran repercusión entre los europeos y construyeron el mito de los gigantes patagónicos. Magallanes se asombró por el tamaño y la fuerza de los aborígenes que los llamó patagones y así se identificó a la región.
Pigafetta fue quien primero registró estos encuentros, probablemente en la bahía de San Julián o en la desembocadura del río Santa Cruz. La descripción de vestimentas, pinturas y modo de ser de estos patagones coincide absolutamente con la que tendremos más delante de los tehuelches. Así lo escribió en su diario: “Un día, de repente vimos a un hombre desnudo de estatura gigante en la orilla del puerto, el baile, el canto, y arrojando tierra sobre su cabeza (…). Cuando el gigante estaba en la Capitanía General de y nuestra presencia, se maravilló mucho, e hizo las señales con un dedo levantado hacia arriba, en la creencia de que habíamos llegado desde el cielo. Era tan alto que hemos llegado sólo hasta la cintura, y estaba bien proporcionado”.
Otros navegantes alimentaron este mito. En 1579, Francis Drake escribió acerca de un encuentro con patagones muy altos. En 1590, Anthonie Knivet afirmó que había visto cadáveres humanos de 3,7 metros de largo en la Patagonia.
En 1766, la tripulación capitaneada por John Byron aseguró haber visto a una tribu de la Patagonia de 2,7 metros de altura. Luego, se dieron mayores precisiones y se redujo la estatura de los patagones a unos dos metros.
Estos antecedentes forjaron la creencia de que hubo una etnia de gigantes que misteriosamente desapareció de la región.