0d48ec9d-a119-4787-8781-70de66845b73-medium-standard-q100.png

6 de octubre de 2014

LEY DE ETIQUETADO DE ALIMENTOS

Señor director: La propuesta de reglamento de la Ley de Etiquetado de Alimentos y su Publicidad, que se encuentra en proceso de consulta pública, parece no haber considerado la realidad de pequeños productores e importadores. En general, los alimentos importados […]

Señor director:
La propuesta de reglamento de la Ley de Etiquetado de Alimentos y su Publicidad, que se encuentra en proceso de consulta pública, parece no haber considerado la realidad de pequeños productores e importadores.
En general, los alimentos importados no cumplen las normas chilenas de etiquetado y son los importadores quienes, a través de adhesivos al reverso del producto, incluyen la información legal necesaria. El nuevo reglamento obligará a llevar mucha información por ambas caras del producto, pudiendo un mismo envase tener hasta cuatro adhesivos con advertencias, lo que implicará un tremendo costo en mano de obra, etiquetado, tiempo de stock inmovilizado, etc. Además, los alimentos importados no vienen diseñados para que se les incluyan más “etiquetas”, por lo que éstas podrán tapar información importante del producto, como marcas, sabores o información de preparación.
Sin entrar a cuestionar el contenido del reglamento, cuyos detractores dicen es el más estricto del mundo, lamento que si entra en vigencia sin modificaciones, se transforme en una medida inmensamente regresiva, ya que serán los consumidores y/o pequeños productores y comerciantes quienes tendrán que asumir el mayor costo de los productos. Particularmente grave es el caso de las zonas francas, donde los consumidores tienen acceso a muchos productos importados de primera necesidad a precios preferenciales, los cuales inevitablemente subirán.
Es de esperar que, sin dejar de lado el justo derecho de los consumidores a ser informados, la autoridad considere las implicancias negativas que puede tener el reglamento tal como está y busque una solución que considere la realidad del mercado chileno y su real aplicación en zonas extremas, evitando que los costos sean asumidos por los consumidores, y de modo que la misma no se transforme en una barrera al emprendimiento en un mercado concentrado.
Scandar Jacob A.