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6 de diciembre de 2014

LO QUE TODO MAGALLÁNICO DEBE SABER I

¿Porqué el título “Lo que Todo Magallánico Debe Saber? Porque la cultura regional es única. Porque nuestras costumbres y tradiciones nacen de las diversas corrientes migratorias que llegan a este Sur del Mundo. Y también porque cada habitante de esta […]

¿Porqué el título “Lo que Todo Magallánico Debe Saber? Porque la cultura regional es única. Porque nuestras costumbres y tradiciones nacen de las diversas corrientes migratorias que llegan a este Sur del Mundo. Y también porque cada habitante de esta zona austral, especialmente los estudiantes y guías turísticos deberían conocer estas historias para contarlas, entregarlas a visitantes tanto nacionales como extranjeros con la mayor cantidad de detalles y, por supuesto para atesorar esto que pertenece a Magallanes como el viento, la nieve, el mar que nos rodea, los canales, las islas y el ser humano que es también único.

Comenzaremos este ciclo de capítulos coleccionable con la Historia del Indio Desconocido.

En el sector nororiente del Cementerio Municipal de Punta Arenas, se encuentra una estatua erigida en homenaje al Indio Desconocido.

La gente cree que es muy milagroso y, además de permanecer siempre con velas encendidas, muestra un sinnúmero de placas recordatorias en agradecimiento a sus favores.

¿Cómo se originó esta creencia?

Se dice que en la década de 1940, se produjo una situación sangrienta en los canales occidentales de la región de Magallanes. Puntualmente se habría registrado el problema en la isla Cambridge.

Se comisionó para tomar el procedimiento policial a los carabineros Alberto Sepúlveda y Daniel Larenas, los que viajaron al sector en la escampavía Porvenir de la Armada Nacional.

Al arribar al lugar de los hechos, comprobaron que, producto de una pelea, había dos personas fallecidas. Se trataba de un blanco y un kaweskar cuyos cadáveres fueron trasladados hasta la Morgue de Punta Arenas, donde el médico legista doctor Álvaro Sanhueza, determinó que David Leal, uno de los difuntos, chileno, de estado civil soltero, presentaba una herida de bala en el cráneo y el otro, identificado como Pedro Zambras, de raza kaweskar, había perecido por inmersión.

Luego de este trámite y en espera de la resolución judicial, fueron ambos sepultados en un solo ataúd en el sitio 17-IF-14-C-Norte del Cementerio Municipal.

En el año 1950 aparecieron las primeras velas encendidas en el lugar. Algunas piadosas mujeres dejaban incluso monedas, las que eran robadas por algunos pillos que solían pasar por allí. Por esta razón, Magdalena Vrsalovic, a quien el Indio Desconocido le cumplió una manda, quiso arreglar la tumba y poner una pequeña estatuilla, además de instalar una alcancía con llave para recibir aportes que serían destinados a la Cruz Roja local.

El trámite continuó en el año 1969, ocasión en que la señora Vrsalovic solicitó al escultor Edmundo Casanova la confección de una estatua en bronce. Para obtener un modelo, el escritor regional Osvaldo Wegmann Hansenn facilitó una fotografía de un kaweskar. El trabajo se realizó en la industria Indumetal.

Una vez terminado el trabajo se gestionó ante el alcalde de Punta Arenas la cesión de un paño a la entrada del camposanto para depositar los restos, para cuyo efecto la Cruz Roja se encargó de los trabajos de albañilería.

El mármol para el pedestal fue donado por la Armada de Chile.

Cuando se dispuso el traslado de los restos y al desenterrar los esqueletos se encontraron dos cuerpos. Sin poder determinar cual de ellos era del indígena, fueron ambas osamentas depositadas en la nueva sepultura, inaugurándose el monumento con gran asistencia de público.

Una réplica de la estatua, se encuentra en la plaza de la sede de la Comuna de San Gregorio.

Mario Isidro Moreno