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25 de noviembre de 2009

LO QUE TODO MAGALLANICO DEBE SABER XXXV

Quien haya leído la novela “La Última Canoa” de Osvaldo Wegmann Hansen, conoció la historia de Lautaro Edén Wellington, un niño kaweskar que llegó a ser cabo de la Fuerza Aérea de Chile. Muchos entusiastas de la historia de la […]

Quien haya leído la novela “La Última Canoa” de Osvaldo Wegmann Hansen, conoció la historia de Lautaro Edén Wellington, un niño kaweskar que llegó a ser cabo de la Fuerza Aérea de Chile.
Muchos entusiastas de la historia de la raza de estos canoeros occidentales, cuentan algunos capítulos de la vida de este muchachito. Se dice que, don Pedro Aguirre Cerda se habría interesado en este niño, al cual llevó a estudiar a fin de darle una profesión. La idea era “civilizarlo” y devolverlo luego a su lugar de origen para que ayudara al progreso de su comunidad. Estudió primero en un colegio Salesiano y luego en el Liceo Gratitud Nacional, de Santiago, ingresando posteriormente a la recién formada Escuela de Especialidades de la Fach, egresando como cabo 2do. Mecánico, siendo destinado a Puerto Edén. Allí, se habría incorporado como subalterno a la radio estación de la Fuerza Aérea, a cargo de Carlos Gaymer Gómez.
Después de una corta estadía de un mes regresó a Santiago y permaneció dos años más en la capital, allí se casó con una enfermera chilena y, en 1949, regresó sólo a su tierra natal.
Un día sucedió lo insólito: Lautaro desapareció en compañía de una mujer de su pueblo. Se había fugado de la civilización en una canoa para regresar a la vida nómade. Detrás de él se fueron los kawésqar y, bajo su dirección instalaron una nueva comunidad indígena en San Pedro. Allí se dedicaron a la caza de lobos y nutrias y a la venta de pieles finas.
En esta parte se menciona la muerte de Lautaro, cuando se expresa “A comienzos de 1953 Lautaro junto a otros kawésqar, se ahogó en Puerto Calatur, en el estuario del río Baker”.
Otra versión dice que “en la Fach fue compañero de John Ramirez y de ese tiempo existen testimoniosgráficos.
Lautaro no murió en Puerto Calatur, en el estuario del Río Baker, como afirman, sino que naufragó junto a su madre Maria Campana, (su padre el Capitán Papa, ya había fallecido en su ausencia) y su mujer, Alicia (hermana de Cui Cui y Guataca) y dos hombre más, (Guillermo – él único cadáver que encontraron los que iban en una segunda canoa – y Esteban). Esto sucedió en las cercanía de Isla Byron, (Canal Weste) lugar que los Kawesqar conocen como Calcetín o Isla Cangrejo. Sobrevivientes a ese episodio que pueden corroborar estos datos son Paaksa, (Gabriela Paterito, que vive actualmente en Pto.Edén) y, podría haber sido Akakás (Alberto Achacaz Walakial, que no hace mucho tiempo falleció en Punta Arenas)”
Otra historia se cuenta así “Soy Cristian Ramírez, hijo del Suboficial Mayor John Ramírez. Mi padre fue compañero de curso en la Escuela de Especialidades de Lautaro Edén Wellington. El y Wellington, junto con una veintena de compañeros fueron nombrados cabos 1º Mecánico el 1 de enero de 1948. Dicha información se encuentra en el Boletin Oficial de la Fach Nº 1 págs. 14-14, año 1948.
Hay un supuesto relato de Lautaro en Noticias Gráficas de Magallanes, 22 de febrero de 1951, en donde dice que se fue con una mujer de su edad, no su madre, con la cual estuvo tres días. También hay una historia que relata lo que digo dada por un compañero de Lautaro en la que dice que se comentaba que el mismo capitán de la base lo había asesinado porque lautaro lo había perjudicado con su negocio ilegal de vender pieles”.
La última versión de esta historia la recogí de boca de Lidia Chacón de Punta Arenas, quién me narra que su madre Deifilia Chacón Aguilar, recibió una carta de una amiga de Puerto Montt, donde le pedía dar pensión a Catalina, una sobrina que venía a trabajar a la Perla del Estrecho. En el barco que viajó, venía Lautaro Edén, que en ese tiempo traía algún comercio desde Puerto Edén, prendándose de la muchacha y, al llegar a Punta Arenas, la siguió y solicitó a Deifilia Chacón que lo recibiera también a él como pensionista.
El kaweskar pretendía casarse con Catalina, pero los planes de la joven no transitaban por ese camino, a pesar de la insistencia de Lautaro que todos los días daba a conocer sus deseos: ¡yo casar Catalina!.
Luego de un tiempo, la niña consiguió un empleo puertas adentro, desapareciendo de allí lo que dio por terminado este romance que no pudo ser.
¿Cual de todas las versiones es la verdadera?. Es interesante la historia y más aún cuando el protagonista es uno de los dueños originarios de esta tierra.

Foto: Grupo de Canoeros Kaweskar en los Canales Occidentales