0d48ec9d-a119-4787-8781-70de66845b73-medium-standard-q100.png

1 de octubre de 2015

PARQUE KARUKINKA INICIARÁ UN PROGRAMA PILOTO DE ERRADICACIÓN DEL CASTOR

El plan, que se hará este verano, es intervenir dos cuencas de la isla y una cerca de Punta Arenas para eliminar los castores en un plazo de dos a tres años. Los castores se han transformado en un problema […]

El plan, que se hará este verano, es intervenir dos cuencas de la isla y una cerca de Punta Arenas para eliminar los castores en un plazo de dos a tres años.

Los castores se han transformado en un problema serio para la conservación del bosque austral y ya atravesaron el estrecho de Magallanes rumbo al norte.

Se estima que la población de estos animales, que llegaron a Chile debido al fracaso de una iniciativa peletera en la zona argentina de Tierra del Fuego, supera ya los 60 mil ejemplares. «Si no los detenemos, en 60 años más los vamos a tener en los bosques alrededor de Santiago», advierte la ecóloga Bárbara Saavedra, directora de Wildlife Conservation Society Chile (WCS), organización que trabaja protegiendo ecosistemas frágiles, siendo el principal el Parque Karukinka de Tierra del Fuego.

La organización participa en el diseño y ejecución del proyecto GEF-FAO para control del castor, que dirigirá en la zona -en el verano 2016- el Ministerio de Medio Ambiente en tres áreas piloto. Una en el interior del parque, en el valle de la Paciencia; otra en la estepa de Tierra del Fuego y la tercera en las inmediaciones de Punta Arenas.

La idea es eliminar en dos o tres años la población de estos animales invasores en esos terrenos. Para ello se emplearán trampas especiales, conocidas como de golpe. «El animal pasa, queda atrapado y muere instantáneamente», explica Alejandro Kusch, coordinador de investigaciones de WCS en Magallanes. La idea, dice, es evitar el sufrimiento innecesario.

Piensan trabajar en verano porque en invierno, por las condiciones climáticas, es imposible hacerlo. WCS ya ha probado la técnica en forma experimental, pero ahora el objetivo es un trabajo más sistemático que permita, además, obtener una estimación para extrapolar los resultados a una zona mayor. El SAG ya tiene un programa de control, pero se concentra en zonas de interés agropecuario donde ellos tienen jurisdicción, explica.

Desde el año 2006 que la WCS ha realizado capturas en busca de reducir la población en Karukinka, pero ha sido a nivel experimental. «Incluso hemos tenido la experiencia de instalarles transmisores para ver dónde se desplazan», dice Saavedra. La conclusión es que no cuesta tanto pillarlos en forma individual, pero se concentran en zonas de difícil acceso.

El plan piloto implica un trabajo integrado con Argentina, ya que la mitad de la isla está en territorio trasandino.

El proyecto, en el que también participarán activamente Conaf y el SAG, no solo se limita a controlar los castores, sino también busca la restauración de la vegetación ribereña y los cursos de agua afectados por la presencia de este animal. La idea también es crear conciencia sobre el problema llevando autoridades y a representantes de la comunidad local. Así lo dimensionan mejor.

La ecóloga recuerda la visita de una encargada global de FAO que estaba haciendo en Chile un trabajo de monitoreo de unas polillas que afectaban a las plantaciones de pino. «Cuando vio el efecto de la acción de los castores no lo podía creer y me reconoció que mientras se estaban preocupando de una polilla, millones de hectáreas están siendo destruidas por el castor, por lo que era necesario focalizar los esfuerzos en él».

El proyecto tendrá un costo cercano a los 2 millones de dólares.

Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio