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30 de agosto de 2010

PATRULLAS EN RUTA

La Patrulla de Medidas Cautelares y Protección de Víctimas de Carabineros, tiene como labor dar cumplimiento a los mandatos judiciales que emanan de la Fiscalía Local, del Juzgado de Garantía y del Juzgado de Familia. Las medidas cautelares se otorgan […]

La Patrulla de Medidas Cautelares y Protección de Víctimas de Carabineros, tiene como labor dar cumplimiento a los mandatos judiciales que emanan de la Fiscalía Local, del Juzgado de Garantía y del Juzgado de Familia.

Las medidas cautelares se otorgan a personas que han sufrido violencia intrafamiliar, o han sido víctimas de amenazas. En ambos casos, la función de Carabineros es constatar el cumplimiento de las medidas de protección derivadas de la Fiscalía o Juzgados, que suelen ser por 30 días, un año o indefinidas; y su mantención va a depender si la persona ofendida requiere la medida por más tiempo, o pide dejarla sin efecto.

En Punta Arenas, las Patrulla de Medidas Cautelares y de Presunta Desgracia, están conformadas por el Sargento 1º Raúl Fritz Arriagada y la Cabo 1º Yessica Antón Vera, quienes están a cargo de ambas unidades desde el 10 de marzo pasado.

Para el Sargento Fritz, esta experiencia “ha sido muy interesante y motivadora. Siento que somos un apoyo para las personas que lo han pasado mal, porque las rondas no son simplemente pasar y que la persona firme un libro. No es hacer simplemente el trabajo, se hace un poco más, se entrega un poco más”, señala.

Para las personas que reciben este apoyo por parte de Carabineros es de suma importancia, es un respaldo vital dada la situación de vulnerabilidad que viven a diario por ser víctimas de amenazas. Y en Carabineros han encontrado un amigo que escucha, comprende y aconseja.

Por su parte, la Patrulla de Presunta Desgracia realiza las labores de búsqueda de personas que tienen denuncia por desaparición y que es acogida en la unidad. Posteriormente se empiezan las diligencias propias del sistema para dar con el paradero de la persona perdida, y luego dar cuenta a la fiscalía de su hallazgo.

Este año, de 126 denuncias por presunta desgracia, 124 casos han sido resueltos de forma exitosa.

Para la Cabo Antón, el trabajo en la Patrulla de presunta desgracia ha sido muy gratificante, principalmente “el poder encontrar a las personas, que muchas veces son menores de edad que se van de la casa por problemas con los papas”, comenta.

El trabajo es arduo, pero la recompensa de la labor realizada no tiene comparación. Como dice el Sargento Fritz, “somos un buen equipo, estamos bien afiatados. Da gusto trabajar con alguien que comprende el servicio, y que sabe que a veces hay que hacer un poquito más de lo estrictamente necesario”, respecto del trabajo en conjunto con la Cabo Antón.