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7 de marzo de 2010

¿SE PUEDEN PROTEGER LOS GLACIARES?

* El cambio climático no es el único responsable del retroceso del glaciar O’Higgins, como se ha señalado; éste, como otros glaciares de la región, se extiende al pié de un volcán activo… La importante inversión de US$ 50 millones […]

* El cambio climático no es el único responsable del retroceso del glaciar O’Higgins, como se ha señalado; éste, como otros glaciares de la región, se extiende al pié de un volcán activo…
La importante inversión de US$ 50 millones para estudiar los glaciares, anunciada por el Gobierno recientemente, si bien es celebrada, preocupa al geólogo y doctor en glaciología Cedomir Marangunic, toda vez que a su juicio nuestro país no empieza por definir correctamente qué se quiere estudiar, y menos aún qué se entiende por “proteger” glaciares.
Señala que según la muy antigua definición (Lliboutry, 1956) que usa la CONAMA en la reciente Política de Glaciares (2209), deben considerarse como tales incluso los témpanos de hielo en un lago y también pequeños manchones de nieve que subsisten pocos años. Indica el especialista que “esta curiosa definición” (que modificara el propio Lliboutry el siglo pasado) obliga, entre otros, a revisar y rehacer todo lo realizado a la fecha en el país en cuanto a inventario de glaciares.
Marangunic, reconocido en Chile y en el exterior como una “eminencia” en el tema, cuestiona también qué se entiende por «proteger» glaciares. Señala que desde hace miles de años la gran mayoría de ellos están en un proceso natural de extinción, en particular los glaciares de montaña, acentuado en el último siglo y medio por causas antrópicas.
Lo que debe hacerse, dice, es salvar los glaciares de la extinción partiendo por aquellos de montaña en situación más inestable. “Pero salvarlos de la extinción y lograr que persistan, o subsistan, el mayor tiempo posible, significa intervenirlos”.
De hecho, el experto lidera estudios que actualmente se hacen en esa dirección.
Un primer paso en el estudio de glaciares es reconocer las causas del retroceso que los afecta, y no atribuir este retroceso exclusivamente a cambios climáticos. “El ejemplo más claro de esta confusión ocurre con el glaciar O’Higgins, el que las autoridades han mencionado como el de mayor retroceso en el país. Pero ocurre que éste, tal como otros glaciares de la región, se extiende al pié de un volcán activo y posee una extensa cubierta de ceniza volcánica que acelera la fusión del hielo”.
Finalmente, cree que los recursos económicos destinados por el Estado al estudio de glaciares, que suelen ser limitados en comparación con el enorme costo de los estudios en ambientes críticos de alta montaña, deben concentrarse donde son más necesarios, como el preocupante retroceso de los relativamente pequeños glaciares en las regiones de Atacama y Coquimbo (III y IV regiones), donde los recursos hídricos son más críticos. Con la misma urgencia debe promoverse la formación de nuevos profesionales y técnicos en esta disciplina.
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