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1 de abril de 2021

TEJIDOS YAGAN DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN

En la imagen, muestra su trabajo Patricia García Valderas, miembro de nuestra comunidad indígena yagan, dueños del territorio y únicos guardianes de milenarias técnicas hoy traspasadas y ya aplicadas por los jóvenes de nuestra comunidad indígena en el milenario fin […]

En la imagen, muestra su trabajo Patricia García Valderas, miembro de nuestra comunidad indígena yagan, dueños del territorio y únicos guardianes de milenarias técnicas hoy traspasadas y ya aplicadas por los jóvenes de nuestra comunidad indígena en el milenario fin del mundo, el USI YAGAN.

Patricia o patita como la llamamos cariñosamente en nuestra comunidad, ha tomado la enseñanza de su mamá Yolanda, y así, de su abuela y su bisabuela a la vez, esto no finaliza, siempre ha sido un traspaso de generación en generación por miles de años, no son puntos en principio perfectos, ni canastos bien terminados, sino que toman la forma esperada en el traspaso y en el atesoramiento de una parte importante de nuestro patrimonio cultural yagan, agrandando y apropiándose de lo dejado por sus ancestros. La bella conexión de Patricia con sus generaciones anteriores es el objetivo de este trabajo, no basta solo la memoria o las imágenes pasadas, debemos tener presente nuestra cultura y revitalizar día a día, traspasando cada punto y tejido originario yagan a las manos de las nuevas generaciones de yaganes.

Patricia ha desplegado todo su talento y esfuerzo, para poder finalizar su canasto, trayendo una vez más y a estas nuevas generaciones la importancia de técnicas ancestrales de su pueblo.
Es así como en el mes de Marzo, como comunidad indígena yagan del archipiélago de Cabo de Hornos hemos llevado a cabo la actividad denominada ‘’ Cestería Yagan, Patrimonio Cultural’’ la que consistió básicamente en el trabajo de nuestros pequeños integrantes, en el aprendizaje del tejido de cestería en junco, apoyado por las cultoras, quienes manejan y son quienes preservan perfectamente estas técnicas de tejido en junco. Son cerca de diez niños quienes pudieron perfeccionar y aprender durante un mes de sus madres y abuelas, desde la recolección, la preparación en el fuego de esta fibra vegetal, finalizando con el tejido en forma de canastos.

Como comunidad indígena no dudamos en la importancia de reforzar la identidad en nuestras generaciones futuras, el esfuerzo es cada vez mayor por los tiempos que corren, pero no se nos mueve un centímetro nuestro convencimiento que somos dueños de este territorio que requiere así como en todo el mundo reparar en la importancia de mantener una cultura viva como la nuestra, ya nos olvidamos del último o la última que nos impusieron por muchos años, hoy nuestro pequeños toman el junco y el mar para reforzar la cultura suya, la de pueblo originario yagan.
Agradecemos a todos quienes fueron parte de este importante trabajo que seguro seguiremos ejerciendo por mucho tiempo más.

Alayala.
Meanmamushteka sa.