0d48ec9d-a119-4787-8781-70de66845b73-medium-standard-q100.png

23 de agosto de 2018

UNA HERENCIA PRECIOSA DE LA CULTURA CHILOTA

Cada año, a fines de agosto, miles de personas, en Chiloé y en toda la Patagonia, se reúnen a orar y conocer más la Palabra de Dios para ser mejores discípulos del Señor Jesús. Se trata de la Novena de […]

Cada año, a fines de agosto, miles de personas, en Chiloé y en toda la Patagonia, se reúnen a orar y conocer más la Palabra de Dios para ser mejores discípulos del Señor Jesús. Se trata de la Novena de Jesús Nazareno, en preparación a la fiesta y procesión que se realiza el último domingo de agosto.

En una sociedad plural, como la que vivimos, hay personas para quienes no les dice mucho -o quizás nada- este acontecimiento, que para otros les marca la vida y que es un momento esperado año tras año en Caguach y en todo Chiloé, en Punta Arenas, en Puerto Natales, en Porvenir, en Puerto Montt, en Coyhaique; también en el lado argentino de la Patagonia: en Río Turbio, en Río Grande y en Río Gallegos.

Lo que sucede es que allí donde han llegado los migrantes provenientes de Chiloé han sido portadores de la mayor herencia de su cultura, que es el cariño profundo y religioso a Jesús Nazareno, y que es la savia vital del alma del pueblo chilote.

Así, los migrantes chilotes y sus descendientes han sido los misioneros de una tradición que constituye su mayor herencia. Una tradición que remontándose al mismo Señor Jesús es transmitida por los Evangelios, y que se asentó en Chiloé en 1778, cuando llegó la imagen de Jesús Nazareno a Caguach llevada por el misionero fray Hilario Martínez, haciendo la paz entre cinco pueblos que estaban seriamente enemistados (Caguach, Alao, Apiao, Tac y Chaulinec).

En el llamado “Libro de Fábrica” de la iglesia de Caguach se encuentra el acta firmada en mayo de 1778 por fray Hilario y los caciques de los cinco pueblos señalados, quienes se comprometen a convivir en paz y celebrar cada 30 de agosto la fiesta de Jesús Nazareno “hasta el fin de los siglos”, señala dicha acta.

Así, el pueblo chilote, su historia y su cultura se unen en torno a Jesús Nazareno y su Evangelio. Se trata del alma de la cultura chilota marcada por la fe cristiana y vivida como un llamado permanente a la unidad y la inclusión en medio de todas las diferencias existentes entre las personas.

Esta es la mayor herencia del pueblo chilote y es el alma de su cultura, que los esforzados migrantes han sabido compartir con otros e instalarla en los diversos lugares de la Patagonia donde llegaron en busca de nuevos horizontes para sus vidas y sus familias.

En Punta Arenas, muchos nos sentimos muy agradecidos que los migrantes chilotes y sus descendientes hayan compartido con nosotros esta herencia, invitándonos a ser un pueblo unido en torno a la persona del Señor Jesús Nazareno y su Evangelio. Así, este domingo, 26 de agosto a las 14,30 hrs, se realizará, una vez más, en el Barrio 18 de Septiembre, la multitudinaria procesión y manifestación pública de fe en Jesús Nazareno y su Evangelio, saliendo desde su Santuario ubicado en la intersección de las avenidas Circunvalación y Salvador Allende.

23 de agosto de 2018