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23 de junio de 2016

VUELO DE POLO SUR CON 2 TRABAJADORES ENFERMOS LLEGA A PUNTA ARENAS

POR SETH BORENSTEIN Y EVA VERGARAAssociated Press WASHINGTON Un pequeño avión con dos trabajadores estadounidenses enfermos llegó a salvo a Chile el miércoles por la noche tras partir de la Antártida en una arriesgada misión de rescate desde una remota […]

POR SETH BORENSTEIN Y EVA VERGARAAssociated Press
WASHINGTON Un pequeño avión con dos trabajadores estadounidenses enfermos llegó a salvo a Chile el miércoles por la noche tras partir de la Antártida en una arriesgada misión de rescate desde una remota base de investigación en el Polo Sur, dijeron autoridades.
Tras una escala de algunas horas en una estación británica en un extremo del continente, los dos trabajadores fueron trasladados en avión a Punta Arenas, la ciudad más meridional de Chile, informó la Fundación Nacional para la Ciencia en un comunicado en su página en Facebook.
En dos frenéticas jornadas de vuelo, el equipo de rescate se desplazó 4.828 kilómetros (3.000 millas) en un viaje de ida y vuelta desde la base británica Rothera para recoger a los trabajadores en la estación estadounidense Amundsen-Scott, en el Polo Sur.
Regresó de vuelta a Rothera el miércoles por la tarde, dijo Peter West, portavoz de la Fundación Nacional para la Ciencia, que gestiona el puesto estadounidense. Los trabajadores embarcaron entonces en un segundo avión Twin Otter canadiense que despegó rumbo a Punta Arenas.
«Desde Punta Arenas, los dos pacientes serán transportados a una instalación médica que pueda proporcionarles un nivel de atención que no está disponible en la Amundsen-Scott», afirmó la Fundación Nacional para la Ciencia sin revelar dónde está esa instalación.
La Fundación no ha divulgado los nombres de los operarios enfermos ni en qué consisten sus problemas de salud, argumentando de que tienen derecho a privacidad en asuntos médicos. Ambos trabajan para el contratista Lockheed Martin.
En Rothera, la temperatura era de unos -2,5 grados centígrados (27,5 grados Fahrenheit) el miércoles por la tarde. Se considera una temperatura cálida frente a la de la base en el Polo Sur, que era de -60 C (-75 F) en la mañana.
Antes de que la marcha de los dos trabajadores, en la base había 48 personas —39 hombres y nueve mujeres— para pasar el invierno.
Normalmente, entre febrero y octubre los aviones no van a esa base polar por los peligros de volar en un frío tan pronunciado además de por la oscuridad. El primer día del invierno en el hemisferio sur fue el lunes y el sol no saldrá en el Polo Sur hasta que comience la primavera en septiembre.
Steve Barnet, que trabaja con un equipo de astronomía de la Universidad de Wisconsin en la estación polar pero que ahora se encuentra en Estados Unidos, elogió al equipo de rescate.
«El valor de los pilotos para hacer el vuelo en condiciones extremadamente difíciles es increíble e inspirador», escribió Barnet en un correo electrónico.
Los científicos están presentes en el Polo Sur desde 1956. Efectúa labores científicas en astronomía, física y el medio ambiente con telescopios, sismógrafos e instrumentos que monitorean la atmósfera. La fundación opera otras dos bases de investigación en la Antártida.