CÁMARA DE LA CONSTRUCCIÓN PROPONE POTENCIAR TURISMO Y LOGÍSTICA EN PUNTA ARENAS

Con la presencia de los concejales comunales, funcionarios municipales, representantes de la Cámara Chilena de la Construcción y medios de prensa, la arquitecto y asesora del gremio, Carmen Gloria Troncoso, expuso en el Concejo Municipal La Visión de Ciudad para Punta Arenas, un estudio realizado por la asociación gremial con el objetivo de brindar un análisis sobre las potencialidades de la comuna.

El rasgo particular y único de Punta Arenas, -señala el informe liderado por la arquitecto Pilar Giménez- que la distingue de otras ciudades equivalentes en Chile y Sudamérica, es su localización estratégica que posibilita consolidar un rol de capital de la Patagonia Austral y nexo con el Territorio Antártico Chileno.

Por ello es que la Cámara de la Construcción propone potenciar a la capital de Magallanes como ciudad plataforma de servicios asociados principalmente a la industria del turismo y de la logística.

En el informe que recoge las opiniones y análisis surgidos del Seminario ¿Es Punta Arenas la ciudad que queremos? desarrollado en 2008, se proponen cinco lineamientos estratégicos relacionados con las comunicaciones y conectividad, regeneración del espacio público, oportunidades urbanas, diversificación de fuentes productivas, desarrollo de capital humano y transformación tecnológica.

Carlos Pérez, presidente de la delegación regional de la Cámara, dijo que para lograr estos objetivos es fundamental actualizar el Plan Regulador de Punta Arenas el que junto con el de la ciudad de Copiapó son los más antiguos en vigencia en Chile.
Con todo respeto pero con énfasis queremos señalar que ahora es tarea de nuestras autoridades modificar el Plan Regulador y permitir de esa forma que Punta Arenas se convierta en una ciudad pujante y que sea más amigable y acogedora para quienes habitamos en ella, dijo Pérez.

El dirigente gremial también desatacó que una modernización del Plan Regulador permitirá reactivar las inversiones inmobiliarias para viviendas inferiores a las 1.500 UF, incluidas aquellas de la política habitacional del gobierno y que hoy no se pueden ejecutar por el alto valor que tienen los terrenos en la ciudad, generando además todos estos proyectos miles de empleos cada año.