Ante el grave caso de una menor de tan sólo 13 años, proveniente de la Zona de Carahue, en la Región de La Araucanía, quien se encuentra internada en el Hospital Luis Tisné, de Santiago, producto de un embarazado de 33 semanas, diagnosticado como inviable por los doctores a cargo, y que además resulta producto de una violación, las mujeres socialistas declaramos lo siguiente:

1.- Rechazamos de la manera más enérgica que los y las menores de nuestro país, sigan viviendo este tipo de agresiones y vulneraciones directas a sus derechos fundamentales. Así mismo hacemos un llamado a los y las profesionales que reciben este tipo de casos, para que presten ayuda médica, social y sicológica a los y las menores y familiares de manera integral y con un alto sentido del deber de la mejor manera.

2.- Consideramos que la dureza de la realidad con la que nos enfrentamos, hace impostergable iniciar ahora, a la brevedad posible, la discusión respecto a la reposición del Aborto Terapéutico en nuestro país. Procedimiento médico declarado ilegal por la dictadura militar, y que dejó en el olvido la larga tradición de la sanidad pública con que contaba nuestro país.

3.- Solicitamos al Gobierno que de inicio en el Congreso a la tramitación de un proyecto que despenalice el aborto en las causales ya anunciadas: en casos de violación, de inviabilidad del feto y de riesgo de vida de la madre, para así poder dar pronta solución y apoyo a casos como los de esta menor, que cumple con las tres causales pero se ve imposibilitada de decidir frente a las competencias del Estado sobre su cuerpo.

4.- Reivindicamos la necesidad de avanzar en un debate público, respecto a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y al respeto del derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos. En este ámbito, respaldamos también las recomendaciones de Naciones Unidas, respecto a considerar una transgresión a los derechos humanos, el no respetar su libre determinación y llegar hasta el punto de criminalizarla tanto de manera judicial como moral.

5.- Rechazamos de la manera más tajante las posiciones autoritarias y antidemocráticas de los sectores conservadores, representados por las jerarquías de las Iglesias (todas bajo una autoridad masculina) y la derecha política, que imponen a una niña la obligación de sufrir un embarazo forzado, que atenta contra su integridad, su salud y sus derechos, sin dar alternativa de paliar, en parte al menos, el dolor que esto significa.

Las mujeres socialistas manifestamos firmemente en nuestras convicciones, de que en Chile llegó el momento de avanzar en el debate y la discusión de estos problemas de salud pública y justicia social, en un contexto amplio, que incluya los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres por sobre los temores y dogmas de sectores mezquinos.