22 de septiembre de 2024
El juego libre y espontáneo ha sido, históricamente, el espacio donde los niños aprenden, socializan y crean lazos duraderos. Sin embargo, en las últimas décadas, esta actividad fundamental ha sido desplazada por una vida moderna que prioriza el éxito y la competencia, dejando de lado algo esencial para el bienestar infantil.
**Recuperar el espacio público**
Patricia Amarales destaca la urgencia de devolver a los niños y niñas el acceso a parques y calles, espacios donde puedan interactuar libremente. "Es en el juego donde aprenden a convivir, resolver conflictos y desarrollar su creatividad", señala.
**Una nueva visión de la educación**
Patricia propone un cambio de paradigma en la educación, donde el juego tenga un lugar central y las escuelas sean espacios que fomenten el descubrimiento. "La calidad no está en la estandarización, sino en descubrir los talentos de cada niño", afirma.
**Ciudades educadoras y juego libre**
Su visión incluye la creación de **ciudades educadoras**, donde el juego en espacios públicos sea un derecho, vinculando salud, educación y cultura. Además, aboga por un fondo cultural que permita a los niños desarrollar sus talentos en arte, ciencia y deporte.
Patricia Amarales apuesta por devolver el derecho a jugar como una prioridad en el bienestar y desarrollo de la infancia.
Un estudio publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Science of The Total Environment reveló la presencia y acumulación de pesticidas en organismos que forman la base de las cadenas alimenticias marinas.
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