13 de febrero de 2019
Al conmemorarse hoy 207 años de la fundación de la Aurora de Chile, hito relevante en la historia del periodismo nacional, nos asalta el anhelo de una nueva independencia fundacional que remueva los cimientos colectivos e individuales en los que descansa nuestro actual modelo de vida. Se trata de un sistema económico que lucra promoviendo la pasividad anodina y la ceguera intelectual.
Necesitamos una nueva independencia en que el rol del periodista no sea valorado como éxito de negocio ni la noticia una mercancía que se venda al mejor postor.
Necesitamos un periodismo autónomo, libre, honesto y ético. Ese que nos presentó fray Camilo Henríquez hace más de dos siglos y que resistió a los detractores de la monarquía.
Qué se levante el Camilo Henríquez que llevamos dentro y que inspiró un periodismo ético y libertario. Que recorra las conciencias sin tapujo y espante los temores como lo hizo en su momento Apsi, Análisis, Cauce, El Fortín, Hoy, La Época y tantos otros medios que sucumbieron a un modelo económico al que no le conviene la crítica.
Refundarse desde adentro y hacia afuera, como organización y como individuo y volver al abecedario de la Aurora de Chile. Retornar al origen. Porque la premisa, en el espíritu, sigue siendo la misma: Informar, educar, crear conciencia. Y sumaría con más fuerza: Denunciar que también es otra forma de decir “estoy informando”.
Por eso, el periodismo debe intentar construir lo que pasa en su entorno. Escapar de las declaraciones e ir a los hechos. Ir siempre más allá de lo que nos dicen. Chequear la veracidad del discurso público y no caer en la comodidad de repetir o ser solo transcriptores de las fuentes.
Me pregunto cuántas empresas o instituciones están dispuestas a financiar un periodismo libre, independiente, autónomo, con la sola ganancia de asegurar credibilidad, libertad de prensa y democracia sana. Cuántos ciudadanos están dispuesto a privilegiar ese rol comprometiéndose con su apoyo. Cuántos de nosotros lo hacemos hoy apoyando medios que reivindican la libertad de expresión y la investigación periodística. Dicho en el lenguaje de hoy, el mejor negocio es la credibilidad.
Lamentablemente todavía nos rige una Ley de Prensa antigua y anquilosada. Todavía la Ley de tuición ética sigue extraviada en los pasillos del Congreso.
El contexto no es el mejor.
Necesitamos capacitarnos en investigación, análisis de datos. Hacer alianzas con los medios tradicionales. Pero también aprender de experiencias innovadoras Latinoamericanas. Replicarlas y atrevernos. Nuestro periodismo debe reflejar los problemas sociales, la corrupción, la situación de los postergados, utilizando de mejor manera las nuevas tecnologías.
Hoy, como Colegio, nuestra voz es débil y el peligro constante de mercantilizar la información como instrumento de control social, nos llama a reflexionar permanentemente, a unirnos y fortalecernos como organización.
Estamos convencidos que el periodismo de calidad nunca ha sido más relevante y necesario. Indudablemente tenemos muchas brechas, harto que aprender, pero también todos los recursos disponibles para hacerlo. Es importante trabajar en verdadero equipo entre nosotros y con otras disciplinas que nos tienden la mano. Existe un universo desconocido de posibilidades para la experimentación de nuevos modelos, y que tenemos el temple y la capacidad para ser protagonistas, no espectadores.
En este día, en que recordamos que el periodismo ha sido una lucha permanente a lo largo de la historia de Chile, con diferentes y nuevos desafíos, reciban un afectuoso saludo del Consejo Regional de Periodistas.
Cristián Morales Contreras
Presidente Regional Colegio de Periodistas de Chile
Positivo Balance de las autoridades del agro
Positivo Balance de las autoridades del agro