Hasta mañana, a la medianoche, los habitantes de la Región de Magallanes dejarán de esperar una hora más para el inicio de los noticiarios o las telenovelas en los canales de televisión abierta. Quizás este fue el hábito más palpable de lo que significó para los magallánicos vivir durante tres meses una hora adelantados con respecto al resto del país.
Ello, luego que el Gobierno acogiera la propuesta de la región y, mediante un decreto presidencial, dispusiera que Magallanes mantuviera el horario de verano y no tuviera que atrasar los relojes en una hora el pasado 13 de mayo.
«Los puntos evaluados se relacionaron con el deseo de la comunidad de mantener el horario de verano, y que al tener este horario se iba a tener un día más largo en la tarde y no que oscureciera más temprano como ocurría con el horario de invierno. Hemos tenido luz día hasta casi las 18:00 horas, y no oscureció como antes, a las 16:30 horas», explica el intendente regional Jorge Flies.
Requerido si hay alguna medición preliminar, afirma que entre los distintos beneficios hay uno que fue calculado por los estudios que realizó la Universidad de Magallanes hace dos años, cuando no hubo horario de invierno en el país. «En energía se estima que ahora tuvimos un ahorro del 1 al 3%», recalca.
Alejandro Fernández, secretario ministerial de Energía, señala que en temas de calidad de servicios no hubo reclamos ni en su servicio ni en las oficinas del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac). «Acá el tema principal de generar este cambio, más allá del ahorro de energía, fue el mejorar la calidad de vida de las personas, teniendo una hora más de luz en la tarde. Incluso, eso traería beneficios en lo productivo y el entretenimiento», señala Fernández.
Eduardo Camelio, presidente de la Cámara de Turismo Austro Chile, sostuvo que «mantener el horario benefició programas full day a Torres del Paine, porque en inviernos pasados, cuando los turistas regresaban, no podían conocer la Cueva del Milodón por la oscuridad. Ahora fue distinto».
Sin embargo, para el presidente de la CPC en la zona, Alejandro Kusanovic, aunque a muchos les parezca favorable, igualmente no fue fácil al comienzo operar con una hora adelantada respecto del resto del país. «Más que pensar en cambiar la hora, debiera pensarse en mantener un horario único para todo el país», recalca el dirigente empresarial.
Jan Gysling, directivo de la Cámara de la Construcción, manifiesta que en el sector no hubo mayores trastornos y las faenas se adaptaron acorde a los horarios, pero se beneficiaron en la tarde al disponer de más hora de luz natural.
En tanto, el agente bancario Luis de la Torre sostuvo que «los sistemas funcionaron y no hubo problemas. Casi fue imperceptible».
DECRETO PRESIDENCIAL
garantiza por tres años mantener el horario de verano.

ROLANDO MARTÍNEZ VERGARA
Nacional
El Mercurio