El consejero Independiente y miembro de la Corema pone la voz de alerta al proyecto minero en Isla Riesco y lo compara en alguna medida con el proyecto termoeléctrico Barrancones en Punta de Choros.
Magallanes ya conoce de los daños producidos por la extracción del carbón, situación sucedida con la Mina Pecket, donde se repiten algunas caras que encabezan el proyecto de la minera Isla Riesco, y asegura que si bien en su momento cumplieron con la legislación existente, los daños fueron enormes y hoy a pesar de que la legislación es mas estricta es absolutamente ineficiente e insuficiente y el Consejero no cree que contribuyan a mitigar los efectos contaminantes, más allá de las exigencias mínimas legales.
Para Bianchi la empresa, ha hecho un buen marketing publicitario, lavando su imagen ante la comunidad, y señala que seguramente pronto la veremos haciendo donativos a obras sociales, pero eso es parte de la estrategia de posicionamiento en la comunidad, que requiere de tiempo por lo dañino de un proyecto de esta envergadura, y dan esperanzas de ser una gran fuente laboral para la región, cuestión que para Bianchi no es cierta.
El Independiente expreso que sobre las explotaciones de carbón a tajo abierto en el mundo se tienen gran cantidad de estudios técnicos, y existe una amplia información acerca de los impactos negativos de ellas en los lugares en que se realiza, como impactos en el suelo, destruyendo terrenos; en el aire, producto del carboncillo, CO2, NO2, SO2 y los polvos en suspensión; en el agua, tanto térmica como física y química; en la atmósfera, efecto invernadero y lluvia ácida; repercusiones en la flora y fauna, dañando irremediablemente los lugares en donde las especies habitan y se desarrollan; y, finalmente, repercusiones en la salud y calidad de vida de las personas que viven y se desarrollan cerca de los lugares de explotación.
Además hay que considerar que Chile fue el segundo país de mayor crecimiento en emisiones de CO2 en el mundo después de China, a pesar de haber suscrito diversos tratados internacionales medioambientales como la OCDE, organización que apoya el desarrollo económico de los países menos ricos de manera sostenible.
El actual gobierno ha dado un compromiso a la creación de energías no convencionales, por lo que se hace prudente analizar si esta explotación carbonífera se enmarca en lo que el gobierno quiere.
Cabe hacer presente la negativa de muchos vecinos del sector con el proyecto y lo incompatible que son las actividades de la minería y la ganadería.
El tema es singularmente delicado ya que no existen antecedentes de actividades mineras en ecosistemas similares a los de Isla Riesco, donde se puedan prever los posibles impactos directos e indirectos y que aportarían los datos necesarios para un buen diseño, construcción, operación y cierre.
En Chile, a menor escala, se conocen los casos de Mina Pecket, realizado por los mismos ejecutivos de Mina Invierno, y Mina Chica, ambos emblemas regionales de mal manejo ecológico.
Isla Riesco posee una gran fuente de riqueza y de potencial crecimiento económico, dada la enorme variedad de paisajes (cordilleras, ventisqueros, fiordos, canales, lagunas, bosques, humedales) y fauna. Asimismo, su arraigado aporte cultural arqueológico y paleontológico.
Bianchi concuerda con Nicolo Giglo, magallánico premio nacional de medio ambiente acerca de que los costos que tiene la explotación de carbón son muy superiores a los beneficios económicos y sociales que se anuncian, y es falso lo que anuncian de crear 800 puestos de trabajo en Magallanes, ya que solo 400 serán mano de obra regional y con bajo nivel de calificación por lo tanto se trataría de un tema costos y beneficios y si uno de los argumentos que utiliza la empresa para posesionarse en la comunidad es el tema de empleabilidad, tan solo con los costos ambientales, daría para contratar al triple de personas.
Este proyecto por la cantidad a explotar no tiene implicancia a nivel nacional, por lo que tampoco sería un argumento el aporte a la matriz energética nacional, es mas parte de la producción sería llevada fuera de chile
Por lo cual teniendo tan bajos beneficios, y tal magnitud de daño ambiental, para el core este proyecto debe analizarse muy minuciosamente, ya que la región, sus riquezas naturales, vida silvestre, turismo, no puede estar a la disposición de los bolsillos de grandes empresas que en realidad no contribuyen en nada a Magallanes ni al país.
Magallanes y Rio Verde con un poco de originalidad, podría obtener más y mejores beneficios económicos desarrollando otro tipo de actividades en el sector.
Bianchi concluyo señalando que a la hora de ingresar el proyecto a la Corema algunos de sus miembros deberán revisar posibles conflictos de interés respecto del proyecto.