13 de abril de 2014
En los frondosos bosques y en las frías montañas del sur de Chile vive un animal poco conocido, el huemul, el ciervo más pequeño del mundo, y el único en peligro de extinción en todo el continente americano. Diversas organizaciones ecologistas y gubernamentales están llevando a cabo una silenciosa cruzada para recuperar a este frágil y bello cervatillo andino, del que no quedan más de 2.000 ejemplares.
De acuerdo a la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), existen 21 especies de ciervos nativos en todo el continente americano. De todas ellas, la que enfrenta el nivel más crítico de conservación es el huemul, con un gran riesgo de desaparición.
El huemul, ‘wümul’ en mapudungún, el idioma de los mapuche, el grupo indígena más numeroso que vive en el Cono Sur Latinoamericano, es un mamífero perteneciente a la familia Cervidae, que habita en la cordillera de los Andes chilenos y argentinos.
El Hippocamelus bisulcus, el ciervo más meridional del mundo, se encuentra exclusivamente en los bosques de la cordillera patagónica andina de Argentina y Chile. La caza excesiva, la alteración de su hábitat, la ocupación de sus territorios por parte del ganado y las enfermedades han hecho que durante los dos últimos siglos su población haya disminuido drásticamente.
Hoy, este peculiar mamífero vive en poblaciones dispersas de sectores aislados, en pequeños grupos de dos a tres animales, aunque también hay ejemplares que llevan vidas solitarias. Los machos, que poseen dos astas bifurcadas que pueden alcanzar los 30 cm. de longitud, no miden más de 165 cm. de longitud, las hembras son un poco más pequeñas. Su peso ronda entre los 40 y 100 kg.
Su pelaje es grueso, denso y de color beige o café oscuro, según la época del año. Este recubrimiento protege al animal del invierno y le posibilita nadar en las frías aguas glaciares de los lagos, ríos y arroyos. Su colorido pelaje le permite mimetizarse fácilmente con las rocas, el suelo, los matorrales y los troncos.
Herbívoro, se alimenta principalmente de arbustos, hierbas, líquenes y brotes de árboles. Bastante tímido, ágil y con un oído excelente, fue declarado monumento natural de Chile en 2006, y desde hace siglos aparece en el escudo del país andino, junto a su amigo el cóndor.
Hoy, diversos organismos están tratando de recuperar a este ciervo enano. En 2010, las repúblicas de Chile y Argentina firmaron un Memorándum de Entendimiento para la Conservación del Huemul del Sur. Este Memorándum establece, entre otras cosas, generar un Plan de Acción Binacional, que se concentra en tres ejes fundamentales: Trabajar sobre las poblaciones compartidas de huemules, establecer acciones prioritarias y detectar las problemáticas en común que están afectando a la especie.
Desde marzo de 2013 se está rodando la película documental ‘Huemul, la Sombra de una especie», una coproducción de la productora argentina AngelitoCruzDiablo y la ONG chilena Aumén. La producción, en la que participa simbólicamente la primatóloga Jane Goodall, pretende mostrar los distintos ciclos biológicos del ‘hippocamelus bisulcus’ en un año completo de filmaciones, con momentos nunca antes registrados por una cámara de cine, como la brama o el proceso de gestación.
Rodrigo López, el director de la ONG Aumén, cree que «parte del éxito que puedan alcanzar las distintas acciones por proteger y recuperar al huemul, pasan por la difusión y sensibilización que se logre respecto de la especie. Hay un viejo refrán que dice: Sólo se ama, lo que se conoce, y creemos que ‘Huemul, la Sombra de una Especie’, jugará un rol clave en que chilenos y argentinos conozcan en profundidad al huemul, lo amen y lo protejan».
En la actualidad se estima que la población de la especie no supera los 2.000 individuos, entre los territorios chileno y el argentino. Felipe Henríquez, Coordinador del Programa Regional de la Región de Aysén de Protección del Huemul, opina que «la calidad y belleza de las imágenes, sumado al interesante contenido, permitirán captar la atención de un amplio público y ello a su vez, facilitará la sensibilidad por este tema, aumentando con ello el conocimiento, valoración y cuidado tanto de la especie como su hábitat».
La Ley chilena N° 19.473 de 1996, prohíbe su caza, tenencia, posesión, captura, transporte y comercialización. Por su parte, la Corporación Nacional Forestal chilena (Conaf), que cuida de los parques naturales, puso en funcionamiento hace varios años el ‘Plan Nacional de Conservación del Huemul’, gracias al cual el animal está protegido en trece parques nacionales de Chile. Lo mismo en otros seis de Argentina. Ojalá que estas iniciativas impidan que este tímido y ágil mamífero andino desaparezca.
(Por Jorge Barreno, publicado en elmundo.es)
Km 135 de la ruta CH 257.
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