Indignación y repudio es lo menos que se puede sentir al conocer la noticia de que una pequeña niña de 10 años denuncie a su padre biológico de abuso sexual, más aun padeciendo este tipo de hechos desde que tenía siente años.
Resulta realmente increíble pensar que un padre pueda llegar a cometer este tipo de aberraciones en contra de su propia hija.
Pero, lo peor de todo, es que este no es un caso único, a lo menos en este último tiempo se han dado a conocer unos tres casos similares.
Es inimaginable el sufrimiento de estas pequeñas, al ser sometidas a estas aberraciones por su padre, más aun cuando le provocarán un daño sicológico de por vida.
Junto con el más grande de los repudios y rechazo ante este tipo de sujetos, a todos esos individuos acusados de abusar de sus hijas, les entregamos la Oveja Negra de Polar.
