La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, centró hoy su intervención ante el pleno de la Asamblea General de la ONU en el compromiso de su país con la defensa de los derechos humanos y en la lucha contra el cambio climático.

«Chile desea promover con fuerza el respeto universal de los derechos humanos», dijo Bachelet, que también consideró que crear «un orden internacional más justo y más humano sólo será posible si en el centro del debate se pone el respeto a la dignidad de la persona humana, independientemente de su religión, raza, género o condición social».

La presidenta chilena, que es la primera mujer latinoamericana en haber alcanzado esa posición, aseguró que su país va a trabajar no sólo para mejorar sus prácticas y legislación interna, sino también en promover la consolidación de los derechos humanos «como un nuevo pilar del sistema de Naciones Unidas, junto con el desarrollo económico y social, la paz y la seguridad».

Se refirió también al pasado reciente de su país y a los derechos humanos, para decir que éstos «han estado en el centro de la historia reciente de Chile».

«La comunidad internacional sabe de la vocación de mi pueblo por la paz, la justicia, la libertad y la solidaridad», agregó.

Bachelet incluyó en su discurso ante el pleno de la ONU, el candente asunto de los desafíos que presentan el cambio climático para las economías y las sociedades.

La presidenta chilena señaló su preocupación por la evidencia científica sobre los devastadores efectos que el cambio climático puede tener en el planeta, pero también su «satisfacción» por ver que «se comienza a tomar conciencia».

«Nuestro futuro se halla seriamente amenazado y debemos actuar ahora», dijo la mandataria chilena, que recordó que en su país en los últimos diez años se ha duplicado la velocidad con que disminuyen los glaciares.

En el sur del país, explicó, también padecen una peligrosa disminución de la capa de ozono que puede amenazar la salud de sus ciudadanos.

Explicó que para combatir el problema y «aunque no somos los principales responsables de este deterioro», Chile ha comenzado a dar los pasos necesarios para mitigar los efectos que provoca el calentamiento global y aunar esfuerzos para adoptar soluciones urgentes.

«No hay tiempo que perder… Si no actuamos ahora, será toda la Humanidad la que verá amenazada su futuro», dijo Bachelet, que esta semana ha invitado al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a realizar una visita al territorio antártico chileno para comprobar el impacto de los gases que producen el efecto invernadero.

La líder chilena pidió a los demás países que contribuyan en esa lucha, pero en especial a «los que ya contaminaron y se desarrollaron».

A los países industrializados les pidió asistencia técnica y financiera para las naciones en desarrollo que más requieran de ayuda para realizar sus esfuerzos contra el cambio climático.

La presidenta de Chile aprovechó la ocasión para exponer ante el plenario alguno de los logros de su gobierno, y señalar que, en los últimos años, su país es un «país más próspero y con mayor justicia social».

Precisó que se ha conseguido rebajar el nivel de pobreza de los chilenos, y que «en diecisiete años de democracia hemos reducido la pobreza del 40 al 13 por ciento».

También se refirió a que su Ejecutivo está «construyendo un sistema de protección social que garantice los derechos sociales de chilenos y chilenas desde la cuna hasta la vejez».

Bachelet, al igual que los demás jefes de Estado tiene una intensa agenda durante su estancia en Nueva York, que incluye diversas reuniones bilaterales con otros líderes y asistencia a diversas organizaciones para explicar la situación de su país ante empresarios, inversores o académico