La Unidad de Prevención y Fiscalización (UFP) de Residencias Sanitarias de la Seremi de Salud está formada por profesionales que realizan un seguimiento de los casos positivos que optaron por quedarse en su propio domicilio, inspecciona al servicio de seguridad que trabaja en ella e implementa planes ante posibles eventos de emergencia.

Como ya se ha informado, la Estrategia de Residencia Sanitaria posibilita que los casos positivos, contactos estrechos, casos probables y personas a la espera de su resultado PCR, que no cuenten en sus domicilios con las condiciones de infraestructura y habitabilidad idóneas, puedan cumplir adecuadamente su aislamiento.

En estos espacios, los usuarios disponen de habitaciones individuales, con baño privado y conexión a WiFi. El alojamiento incluye alimentación con minutas supervisadas por profesionales de la nutrición y es un servicio gratuito que permite que el aislamiento se realice activamente cortando con la cadena de transmisión.
El ingreso a ellas se realiza de forma voluntaria, sin embargo, en algunas ocasiones y por motivos individuales, las personas omiten información sobre sus condiciones de habitabilidad con el fin de permanecer en sus casas. En estos casos, actúa la Unidad de Prevención y Fiscalización (UFP) de Residencias Sanitarias, formada por profesionales de la salud que realizan un seguimiento de los casos positivos que optaron por quedarse en su propio domicilio. Lo anterior, con el fin de asegurar un correcto cumplimiento de aislamiento.
Maribel Bustos, encargada de residencias sanitarias de Magallanes, señaló que: “Esta implementación es una buena práctica que ha dado muy buenos resultados. Es una alternativa que permite hacer un rescate de posibles casos y derivarlos a hacer uso de residencia, también es una instancia que permite chequear si la habitabilidad de las casas cumple con las condiciones de realizar aislamiento. Se concreta un primer contacto telefónico, este no es un equipo de choque sino que se opta por un primer diálogo que ha permitido ingresos voluntarios”.
La UPF integrada por un trabajador social, psicóloga, Tens, ingeniero en prevención de riesgos y un profesional policial (r), también tiene a cargo la prevención y seguridad de todas las residencias sanitarias de la región, quienes inspeccionan al servicio de seguridad e implementan planes de emergencia ante posibles eventos: incendios, evacuaciones, etc. Además, están a cargo de la creación de planes de emergencia y canales de comunicación efectivos con bomberos y empresas de seguridad que se desempeñan en las residencias sanitarias.
Esta nueva unidad responde, como buena práctica, al modelo de UPF desarrollado en la Región de la Araucanía y que fue adoptado a la realidad regional, el cual su plan de acción consiste en realizar un trabajo de seguimiento, llamado y búsqueda a través de los informes consolidados.
Cuando el equipo de profesionales se da cuenta que existen respuestas contradictorias que generan sospechas u omisión de información, o no se informa el número real de personas habitando el hogar, se constituyen en el domicilio y se despliega la estrategia.
Augusto Geiger, coordinador UPF señala que: “Cada caso es distinto, cada familia es diferente, con situaciones diversas. Cada familia tiene cualidades que la hacen única por lo que se trabaja caso a caso”, siempre privilegiando una conversación cercana y abierta. Agregó que esta estrategia ha sido beneficiosa, aumentando los índices de ocupación, “Se les explica la importancia y beneficios que tiene ir a una residencia, las ventajas para la familia y la salud pública. Hay familias que acceden y otras que no”.
Lo importante es destacar que la labor de la Autoridad Sanitaria, es incidir en la curva de transmisión del virus considerando todas las variables para aislarlo e interrumpir la cadena de contagio. El equipo UPF trabaja para bajar esta incidencia haciendo que la gente ingrese a residencias sanitarias a través de la entrega de información, entendiendo que es por el bien de la salud pública, su comunidad y la de su familia.

Geiger sostuvo que “No existe la posibilidad de realizar aislamiento efectivo si no se cumple con condiciones sociosanitarias; si existe hacinamiento, falta de baños suficientes o no tienen acceso a servicios tan importantes como el agua potable”. En estos casos, si se detectan dichas situaciones, se contacta con el caso positivo, tratando de llegar a un acuerdo con esta persona, de lo contrario existe la facultad por parte de la SEREMI la extracción forzada por resolución de la Autoridad Sanitaria, pero eso lo estamos usando como último recurso”.

De hecho, explicó que el equipo de UPF ha evitado la fuerza pública, pero sí afirman, ha habido casos en que se ha realizado una extracción forzosa, con resolución sanitaria, por ejemplo, “Tuvimos una familia que dijo que eran cuatro personas, pero eran seis y además no tenían acceso a agua potable”.