Faro “Islotes Evangelistas” cumple 128 años guiando a los navegantes, superando las condiciones meteorológicas extremas, con rachas de vientos de hasta 300 kilómetros por hora y tormentas que parecen permanentes. El 18 de septiembre de 1896, encendía su fanal uno de los faros más aislados y complejos existentes en el mundo, parte de una historia mayor llena de capítulos de sacrificios que aún se continúan escribiendo, llamando iluminando con su luz a los navegantes que ingresan o salen de una de las rutas marítimas más importantes del mundo. El Faro “Islotes Evangelistas”, o “La Roca” como le llaman los fareros, es fiel reflejo del triunfo de la voluntad y la audacia de los hombres, quienes superando inhóspitas condiciones han escrito una historia que cruza ya tres siglos, y sigue iluminando a navegantes y protegiendo a aquellos que surcan las complejas aguas oceánicas de las latitudes australes, en donde diferentes tecnologías han sido implementadas a través de los años, manteniéndose en aquellas gruesas murallas miles de historias de dotaciones que han servido en su interior, primero llegando en chalupas balleneras, posteriormente botes zodiac y hoy en día por medios aeronavales, en períodos de aislamiento que consideran entre 4 a 5 meses. Las condiciones meteorológicas en aquel peñón son extremas, registrando un promedio anual de precipitaciones de 2.000 a 3.000 milímetros, vientos sobre los 120 kilómetros por hora con rachas que han registrado los 300, temperaturas a veces inferior a los -15 grados Celsius y temporales con olas que superan los 20 metros de altura. Bajo este escenario, opera sin descanso ni receso y es mantenido por cuatro fareros casi en total soledad, siendo el valioso registro meteorológico reconocido por la Organización Meteorológica Mundial, siendo una de las estaciones de registro centenarias. Los estudios de su construcción los comenzó en diciembre de 1892 el Teniente 1° Baldomero Pacheco, quien al mando del Escampavía “Cóndor” definió el lugar más apropiado en los Islotes Evangelistas a través de un detallado informe que el entonces Gobernador de Magallanes, Capitán de Navío Manuel Señoret, remitió a las autoridades nacionales junto a la recomendación de realizar la obra a la mayor brevedad. El hombre a cargo de concretar esta tarea fue el ingeniero escocés George Slight, quien viajando a la zona de los islotes a bordo del vapor “Potosí” a principios de mayo de 1894, registró en su diario lo siguiente: “ nunca me hubiera imaginado ver algo tan agreste, salvaje y desolado, como esas rocas oscuras emergiendo en medio de las embravecidas olas. Ver estos peñones borrascosos era realmente sobrecogedor. Con una tenue claridad en el horizonte se podía ver grandes olas rompiendo fuertemente en la parte oeste de los islotes. Una visión que difícilmente alguien pueda imaginar ”. Ya el 25 de mayo de 1894, los ingenieros Slight y Luis Ragosa inspeccionaron personalmente el islote para, en abril del año siguiente, empezar a trabajar junto a un equipo. Primero se construyó un estanque de captación de agua, se abrió un camino en la roca y se instaló un pescante (grúa de operación manual) en el costado del acantilado por donde se izarían los bultos y materiales, siendo acondicionada una pequeña cueva existente para guardar material y almacenar provisiones. El 7 de noviembre de 1895 se izó la bandera chilena y fue colocada la primera piedra de la torre del faro. En una piedra labrada se depositó una caja de plomo que contenía monedas chilenas e inglesas, más un acta firmada por Slight, Ragosa y algunos obreros. Para mayo de 1896, la torre de 13 metros estaba terminada y lista para recibir el fanal, el cual fue instalado el 30 de agosto. Finalmente el 18 de septiembre de 1896 se encendió el faro por primera vez, siendo las naves “Iberia”, de la Pacific Steam Navigation Company, y “Menes”, de la naviera alemana Kosmo, las primeras en ver su luz el 20 de septiembre de 1896. Hoy el Faro “Islotes Evangelistas” continúa iluminando a los navegantes y sigue siendo el lugar donde hombres y mujeres, al servicio de la Patria, dejan en claro el compromiso de nuestro país con la ayuda a la navegación, manteniendo una densa red de boyas, balizas y faros con el objetivo de salvaguardar la vida humana en el mar. Diversos especialistas en Faro, sostienen que “la Roca tiene algo que te hace querer volver, a pesar de lo inhospito y desolado del paisaje”, afirmando muchos de estos bravos servidores que “quién no ha estado en Evangelistas…no puede decirse farero”. A 128 años del inicio de aquella historia nos recuerda el incesante y silencioso trabajo, sin descanso, que miembros de la Armada de Chile realizan en los lugares más aislados de nuestro Territorio Nacional, contribuyendo al desarrollo nacional y resguardando la seguridad, efectuando soberanía efectiva, ejemplo parpable de la vocación marítima de nuestra Patria y una historia que se escribe entre viento, mar y soledad en una roca en medio del mar.
En el marco de tareas programadas, en distintas reparticiones y unidades dependientes, el Gobernador Marítimo de Punta Arenas, Capitán de Navío Litoral Felipe González, revistó durante el mes de mayo las dependencias del histórico faro “Punta Dungeness”, ubicado en la boca oriental del Estrecho de Magallanes. Con 125 años de historia, este faro es parte de la red de Ayudas a la Navegación existentes en el Estrecho de Magallanes, en donde actualmente viven dos familias conformadas por servidores navales, quienes mantienen labores permanentes de control de tráfico marítimo, guía a los navegantes, además de ejercer soberanía efectiva en uno de los lugares más apartados del área continental de la Región de Magallanes. En la ocasión, el Gobernador Marítimo fue acompañado por el Capellán de la Tercera Zona Naval, Capitán de Corbeta Servicio Religioso José Bravo, una representante de Fundación “Blanca Estela” y la psicóloga operacional de la Tercera Zona Naval. El Comandante González fue recibido por el Jefe de repartición, Sargento Segundo Faro Vicente Jorquera, quién junto a su dotación explicaron las diferentes labores y responsabilidades, recorriendo las dependencias y compartiendo con las familias. Faro “Punta Dungeness”, fue construido a fines del siglo XIX, siendo declarado monumento nacional en 1976, registrando en la actualidad 125 años de funcionamiento ininterrumpido en donde se han escrito diversas historias entre viento, mar y soledad, siendo algunas de ellas plasmadas por el Premio Nacional de Historia Mateo Martinic y la Premio Nacional de Periodismo Patricia Stambuk. Para el Capitán de Navío Litoral Felipe González, Gobernador Marítimo de Punta Arenas, “conocer este faro representa una gran oportunidad, constatando las condiciones en que viven los servidores navales junto a sus familias, siendo una repartición que se mantiene en una forma realmente admirable”. En la actualidad la red de faros habitados de la Tercera Zona Naval es de 7, de los cuales 3 son habitados por servidores navales junto a sus familias, a lo cual se suma la red de Alcaldías de Mar, en donde muchas veces en soledad realizan tareas fundamentales para mantener rutas marítimas seguras y realizar las primeras acciones para salvaguardar la vida humana en el mar.
Con respecto a las diligencias por la desaparición de Jasna Oyarzún, la Secretaria Regional Ministerial de Gobierno, informa: El día 23 de mayo de 2024, en Punta Arenas, Carabineros de Agua Fresca, acoge la denuncia por presunta desgracia de Jasna Oyarzún, de 31 años de edad, por parte de sus familiares, quienes aseguran que desde el 18 de mayo no tienen contacto con ella. El mismo jueves, tras información de testigos que aseguraron ver el vehículo de Jasna en sector Punta del árbol, de Agua Fresca en Punta Arenas, personal policial de LABOCAR se traslada hasta dicho lugar para periciar el automóvil, quien junto a fiscalía local comenzó un trabajo investigativo. El vehículo fue encontrado sin daños, cerrado en su totalidad y sin ocupantes. Paralelamente se activa el protocolo de búsqueda, personal del GOPE concurren al lugar para iniciar las labores de investigación, acompañados por los grupos K-9, y “Fox Austral”, quienes realizan un amplio rastro por la parte boscosa y costa del sector, no arrojando resultados positivos. Desde el viernes y todo el fin de semana continua la búsqueda, sumándose al trabajo el Equipo de Drones de Carabineros, la seguridad pública municipal de Punta Arenas, la ONG Radio Club Patagonia Z8, Ladridos del Sur, el equipo de Montaña y Frontera de Carabineros. El domingo 26 el helicóptero de Carabineros realiza sobrevuelo de las zonas de indagación, y junto al bote del Gope y el carro de arrastre CR-078, se procede al rastreo acuático en la bahía del sector, sin resultados positivos. El Ministerio del Interior y Seguridad Pública, a través del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), hizo entrega de 50 raciones para 12 horas y 100 botellas de agua de 1.6 litros. Además, se solicitó a la V División de Ejército, el empleo de las patrullas PARME, quienes se pusieron inmediatamente a disposición de los requerimientos. Senapred ha estado en constante coordinación con todos los participantes de la pesquisa, realizando reuniones, analizando el trabajo, coordinando los relevos, y determinando las necesidades y posibles modificaciones dentro de las exploraciones. Hoy aún se continúa con la búsqueda en el sector del Faro San Isidro y Monte Tarn, reforzando el trabajo en sectores de difícil acceso.
En el marco de las tareas habituales de la jurisdicción, el Gobernador Marítimo de Punta Arenas, Capitán de Navío Litoral Felipe González, revistó la Radio Estación Marítima “Bahía Felix” y el Faro “Islotes Evangelistas”, importantes reparticiones ubicadas en zonas aisladas del Estrecho de Magallanes, las cuales realizan labores de salvaguarda de la vida humana en el mar y control de tráfico. Es de está manera que a bordo del Helicóptero Dauphin del Grupo Aeronaval Sur de la Tercera Zona Naval, realizó el trayecto de más de dos horas de vuelo hasta las apartadas reparticiones, constatando los desafíos en el desarrollo de sus labores y el estado de las históricas construcciones, las cuales superan el centenario enfrentado las inclemencias de la meteorología magallánica. Radio Estación Marítima “Faro Bahía Felix”, cumple importantes tareas en el control de naves que transitan por la ruta de canales interiores, encontrándose en un punto estratégico del Estrecho de Magallanes, entrando en servicio en el año 1907. Por su parte el Faro “Islotes Evangelistas”, se encuentra ubicado en la salida oceánica del Estrecho de Magallanes, siendo conocido por los fareros como “la roca”, por sus características geográficas y en donde se han llegado a registrar rachas de viento de más de 300 kilómetros por hora, entrando en servicio en el año de 1896, considerado como uno de los faros más inhóspitos del mundo. El Gobernador Marítimo de Punta Arenas, Capitán de Navío Litoral Felipe González, manifestó que “conocer aquellas reparticiones es clave para constatar en que condiciones se desenvuelven nuestros especialistas, en donde enfrentan condiciones meteorológicas extremas en lugares desolados, prestando un tremendo servicio salvaguardando la vida humana en el mar y resguardando las rutas marítimas fundamentales para el desarrollo de Chile”. En la actualidad la Región de Magallanes y Antártica Chilena cuenta con la red de ayudas a la navegación más densa de nuestro país, en donde se concentra aproximadamente más del 50% del total nacional, en donde destacan 7 faros habitados, en donde se escriben historias de servicio a la Patria entre viento, mar y soledad.
Tras meses de preparación e instrucción, la dotación de relevo destinada a Faro “Islotes Evangelistas” iniciará desplazamiento a la boca occidental del Estrecho de Magallanes, en donde cumplirán labores cruciales para los navegantes australes que ingresan o salen de esta importante ruta marítima internacional. Es de esta manera que a bordo de Patrullero Oceánico “Marinero Fuentealba”, se realizará la operación de reabastecimiento y relevo de la dotación de uno de los faros más inhóspitos del mundo, construido por el ingeniero George Sligth a fines del siglo XIX, conocido por los fareros del fin del mundo como “la roca”. El nuevo Jefe de Faro es el Cabo Primero Eduardo Bravo, especialista en Faro, que cuenta con una amplia experiencia en faros aislados en la Región de Magallanes y Antártica Chilena, el cual explicó que “las tareas que realizaremos en esta extrema repartición corresponden a control de tráfico marítimo, recopilación de datos meteorológicos y soberanía efectiva, guiando a los navegantes a llegar a sus destinos sanos y seguros”, comentando además que “junto a mi equipo vamos a ejercer esta gran función y responsabilidad, escribiendo una historia más de los fareros del fin del mundo”. En esta apartada repartición, cumplirán un período de aislamiento entre cuatro a cinco meses, trabajando en forma constante y coordinada, salvaguardando la vida humana en el mar y resguardando la seguridad de nuestro mar. La dotación esta compuesta por el Jefe de Faro Cabo Primero Faro Eduardo Bravo, además del Cabo Segundo Faro Marco Moscoso, Marinero Primero Rubén Ramírez y el Marinero Primero Faro Carlos López, quienes como dotación tendrán que enfrentar las condiciones meteorológicas extremas en el pequeño islote oceánico, en donde se han registrado rachas de viento de hasta 250 kilómetros por hora y “condiciones de tormenta” prácticamente permanente.
Faro “Islotes Evangelistas” cumple 128 años guiando a los navegantes, superando las condiciones meteorológicas extremas, con rachas de vientos de hasta 300 kilómetros por hora y tormentas que parecen permanentes. El 18 de septiembre de 1896, encendía su fanal uno de los faros más aislados y complejos existentes en el mundo, parte de una historia mayor llena de capítulos de sacrificios que aún se continúan escribiendo, llamando iluminando con su luz a los navegantes que ingresan o salen de una de las rutas marítimas más importantes del mundo. El Faro “Islotes Evangelistas”, o “La Roca” como le llaman los fareros, es fiel reflejo del triunfo de la voluntad y la audacia de los hombres, quienes superando inhóspitas condiciones han escrito una historia que cruza ya tres siglos, y sigue iluminando a navegantes y protegiendo a aquellos que surcan las complejas aguas oceánicas de las latitudes australes, en donde diferentes tecnologías han sido implementadas a través de los años, manteniéndose en aquellas gruesas murallas miles de historias de dotaciones que han servido en su interior, primero llegando en chalupas balleneras, posteriormente botes zodiac y hoy en día por medios aeronavales, en períodos de aislamiento que consideran entre 4 a 5 meses. Las condiciones meteorológicas en aquel peñón son extremas, registrando un promedio anual de precipitaciones de 2.000 a 3.000 milímetros, vientos sobre los 120 kilómetros por hora con rachas que han registrado los 300, temperaturas a veces inferior a los -15 grados Celsius y temporales con olas que superan los 20 metros de altura. Bajo este escenario, opera sin descanso ni receso y es mantenido por cuatro fareros casi en total soledad, siendo el valioso registro meteorológico reconocido por la Organización Meteorológica Mundial, siendo una de las estaciones de registro centenarias. Los estudios de su construcción los comenzó en diciembre de 1892 el Teniente 1° Baldomero Pacheco, quien al mando del Escampavía “Cóndor” definió el lugar más apropiado en los Islotes Evangelistas a través de un detallado informe que el entonces Gobernador de Magallanes, Capitán de Navío Manuel Señoret, remitió a las autoridades nacionales junto a la recomendación de realizar la obra a la mayor brevedad. El hombre a cargo de concretar esta tarea fue el ingeniero escocés George Slight, quien viajando a la zona de los islotes a bordo del vapor “Potosí” a principios de mayo de 1894, registró en su diario lo siguiente: “ nunca me hubiera imaginado ver algo tan agreste, salvaje y desolado, como esas rocas oscuras emergiendo en medio de las embravecidas olas. Ver estos peñones borrascosos era realmente sobrecogedor. Con una tenue claridad en el horizonte se podía ver grandes olas rompiendo fuertemente en la parte oeste de los islotes. Una visión que difícilmente alguien pueda imaginar ”. Ya el 25 de mayo de 1894, los ingenieros Slight y Luis Ragosa inspeccionaron personalmente el islote para, en abril del año siguiente, empezar a trabajar junto a un equipo. Primero se construyó un estanque de captación de agua, se abrió un camino en la roca y se instaló un pescante (grúa de operación manual) en el costado del acantilado por donde se izarían los bultos y materiales, siendo acondicionada una pequeña cueva existente para guardar material y almacenar provisiones. El 7 de noviembre de 1895 se izó la bandera chilena y fue colocada la primera piedra de la torre del faro. En una piedra labrada se depositó una caja de plomo que contenía monedas chilenas e inglesas, más un acta firmada por Slight, Ragosa y algunos obreros. Para mayo de 1896, la torre de 13 metros estaba terminada y lista para recibir el fanal, el cual fue instalado el 30 de agosto. Finalmente el 18 de septiembre de 1896 se encendió el faro por primera vez, siendo las naves “Iberia”, de la Pacific Steam Navigation Company, y “Menes”, de la naviera alemana Kosmo, las primeras en ver su luz el 20 de septiembre de 1896. Hoy el Faro “Islotes Evangelistas” continúa iluminando a los navegantes y sigue siendo el lugar donde hombres y mujeres, al servicio de la Patria, dejan en claro el compromiso de nuestro país con la ayuda a la navegación, manteniendo una densa red de boyas, balizas y faros con el objetivo de salvaguardar la vida humana en el mar. Diversos especialistas en Faro, sostienen que “la Roca tiene algo que te hace querer volver, a pesar de lo inhospito y desolado del paisaje”, afirmando muchos de estos bravos servidores que “quién no ha estado en Evangelistas…no puede decirse farero”. A 128 años del inicio de aquella historia nos recuerda el incesante y silencioso trabajo, sin descanso, que miembros de la Armada de Chile realizan en los lugares más aislados de nuestro Territorio Nacional, contribuyendo al desarrollo nacional y resguardando la seguridad, efectuando soberanía efectiva, ejemplo parpable de la vocación marítima de nuestra Patria y una historia que se escribe entre viento, mar y soledad en una roca en medio del mar.
En el marco de tareas programadas, en distintas reparticiones y unidades dependientes, el Gobernador Marítimo de Punta Arenas, Capitán de Navío Litoral Felipe González, revistó durante el mes de mayo las dependencias del histórico faro “Punta Dungeness”, ubicado en la boca oriental del Estrecho de Magallanes. Con 125 años de historia, este faro es parte de la red de Ayudas a la Navegación existentes en el Estrecho de Magallanes, en donde actualmente viven dos familias conformadas por servidores navales, quienes mantienen labores permanentes de control de tráfico marítimo, guía a los navegantes, además de ejercer soberanía efectiva en uno de los lugares más apartados del área continental de la Región de Magallanes. En la ocasión, el Gobernador Marítimo fue acompañado por el Capellán de la Tercera Zona Naval, Capitán de Corbeta Servicio Religioso José Bravo, una representante de Fundación “Blanca Estela” y la psicóloga operacional de la Tercera Zona Naval. El Comandante González fue recibido por el Jefe de repartición, Sargento Segundo Faro Vicente Jorquera, quién junto a su dotación explicaron las diferentes labores y responsabilidades, recorriendo las dependencias y compartiendo con las familias. Faro “Punta Dungeness”, fue construido a fines del siglo XIX, siendo declarado monumento nacional en 1976, registrando en la actualidad 125 años de funcionamiento ininterrumpido en donde se han escrito diversas historias entre viento, mar y soledad, siendo algunas de ellas plasmadas por el Premio Nacional de Historia Mateo Martinic y la Premio Nacional de Periodismo Patricia Stambuk. Para el Capitán de Navío Litoral Felipe González, Gobernador Marítimo de Punta Arenas, “conocer este faro representa una gran oportunidad, constatando las condiciones en que viven los servidores navales junto a sus familias, siendo una repartición que se mantiene en una forma realmente admirable”. En la actualidad la red de faros habitados de la Tercera Zona Naval es de 7, de los cuales 3 son habitados por servidores navales junto a sus familias, a lo cual se suma la red de Alcaldías de Mar, en donde muchas veces en soledad realizan tareas fundamentales para mantener rutas marítimas seguras y realizar las primeras acciones para salvaguardar la vida humana en el mar.
Con respecto a las diligencias por la desaparición de Jasna Oyarzún, la Secretaria Regional Ministerial de Gobierno, informa: El día 23 de mayo de 2024, en Punta Arenas, Carabineros de Agua Fresca, acoge la denuncia por presunta desgracia de Jasna Oyarzún, de 31 años de edad, por parte de sus familiares, quienes aseguran que desde el 18 de mayo no tienen contacto con ella. El mismo jueves, tras información de testigos que aseguraron ver el vehículo de Jasna en sector Punta del árbol, de Agua Fresca en Punta Arenas, personal policial de LABOCAR se traslada hasta dicho lugar para periciar el automóvil, quien junto a fiscalía local comenzó un trabajo investigativo. El vehículo fue encontrado sin daños, cerrado en su totalidad y sin ocupantes. Paralelamente se activa el protocolo de búsqueda, personal del GOPE concurren al lugar para iniciar las labores de investigación, acompañados por los grupos K-9, y “Fox Austral”, quienes realizan un amplio rastro por la parte boscosa y costa del sector, no arrojando resultados positivos. Desde el viernes y todo el fin de semana continua la búsqueda, sumándose al trabajo el Equipo de Drones de Carabineros, la seguridad pública municipal de Punta Arenas, la ONG Radio Club Patagonia Z8, Ladridos del Sur, el equipo de Montaña y Frontera de Carabineros. El domingo 26 el helicóptero de Carabineros realiza sobrevuelo de las zonas de indagación, y junto al bote del Gope y el carro de arrastre CR-078, se procede al rastreo acuático en la bahía del sector, sin resultados positivos. El Ministerio del Interior y Seguridad Pública, a través del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), hizo entrega de 50 raciones para 12 horas y 100 botellas de agua de 1.6 litros. Además, se solicitó a la V División de Ejército, el empleo de las patrullas PARME, quienes se pusieron inmediatamente a disposición de los requerimientos. Senapred ha estado en constante coordinación con todos los participantes de la pesquisa, realizando reuniones, analizando el trabajo, coordinando los relevos, y determinando las necesidades y posibles modificaciones dentro de las exploraciones. Hoy aún se continúa con la búsqueda en el sector del Faro San Isidro y Monte Tarn, reforzando el trabajo en sectores de difícil acceso.
En el marco de las tareas habituales de la jurisdicción, el Gobernador Marítimo de Punta Arenas, Capitán de Navío Litoral Felipe González, revistó la Radio Estación Marítima “Bahía Felix” y el Faro “Islotes Evangelistas”, importantes reparticiones ubicadas en zonas aisladas del Estrecho de Magallanes, las cuales realizan labores de salvaguarda de la vida humana en el mar y control de tráfico. Es de está manera que a bordo del Helicóptero Dauphin del Grupo Aeronaval Sur de la Tercera Zona Naval, realizó el trayecto de más de dos horas de vuelo hasta las apartadas reparticiones, constatando los desafíos en el desarrollo de sus labores y el estado de las históricas construcciones, las cuales superan el centenario enfrentado las inclemencias de la meteorología magallánica. Radio Estación Marítima “Faro Bahía Felix”, cumple importantes tareas en el control de naves que transitan por la ruta de canales interiores, encontrándose en un punto estratégico del Estrecho de Magallanes, entrando en servicio en el año 1907. Por su parte el Faro “Islotes Evangelistas”, se encuentra ubicado en la salida oceánica del Estrecho de Magallanes, siendo conocido por los fareros como “la roca”, por sus características geográficas y en donde se han llegado a registrar rachas de viento de más de 300 kilómetros por hora, entrando en servicio en el año de 1896, considerado como uno de los faros más inhóspitos del mundo. El Gobernador Marítimo de Punta Arenas, Capitán de Navío Litoral Felipe González, manifestó que “conocer aquellas reparticiones es clave para constatar en que condiciones se desenvuelven nuestros especialistas, en donde enfrentan condiciones meteorológicas extremas en lugares desolados, prestando un tremendo servicio salvaguardando la vida humana en el mar y resguardando las rutas marítimas fundamentales para el desarrollo de Chile”. En la actualidad la Región de Magallanes y Antártica Chilena cuenta con la red de ayudas a la navegación más densa de nuestro país, en donde se concentra aproximadamente más del 50% del total nacional, en donde destacan 7 faros habitados, en donde se escriben historias de servicio a la Patria entre viento, mar y soledad.
Tras meses de preparación e instrucción, la dotación de relevo destinada a Faro “Islotes Evangelistas” iniciará desplazamiento a la boca occidental del Estrecho de Magallanes, en donde cumplirán labores cruciales para los navegantes australes que ingresan o salen de esta importante ruta marítima internacional. Es de esta manera que a bordo de Patrullero Oceánico “Marinero Fuentealba”, se realizará la operación de reabastecimiento y relevo de la dotación de uno de los faros más inhóspitos del mundo, construido por el ingeniero George Sligth a fines del siglo XIX, conocido por los fareros del fin del mundo como “la roca”. El nuevo Jefe de Faro es el Cabo Primero Eduardo Bravo, especialista en Faro, que cuenta con una amplia experiencia en faros aislados en la Región de Magallanes y Antártica Chilena, el cual explicó que “las tareas que realizaremos en esta extrema repartición corresponden a control de tráfico marítimo, recopilación de datos meteorológicos y soberanía efectiva, guiando a los navegantes a llegar a sus destinos sanos y seguros”, comentando además que “junto a mi equipo vamos a ejercer esta gran función y responsabilidad, escribiendo una historia más de los fareros del fin del mundo”. En esta apartada repartición, cumplirán un período de aislamiento entre cuatro a cinco meses, trabajando en forma constante y coordinada, salvaguardando la vida humana en el mar y resguardando la seguridad de nuestro mar. La dotación esta compuesta por el Jefe de Faro Cabo Primero Faro Eduardo Bravo, además del Cabo Segundo Faro Marco Moscoso, Marinero Primero Rubén Ramírez y el Marinero Primero Faro Carlos López, quienes como dotación tendrán que enfrentar las condiciones meteorológicas extremas en el pequeño islote oceánico, en donde se han registrado rachas de viento de hasta 250 kilómetros por hora y “condiciones de tormenta” prácticamente permanente.