29 de septiembre de 2009
El sitio eriazo que colinda con la escuela Hernando de Magallanes y con el Policlínico Carlos Ibáñez se transforma todos los fines de semana en un centro de reunión para que vándalos hagan de las suyas, tomando alcohol y haciendo desórdenes que rompen con la tranquilidad del barrio. Así lo denuncia el director del establecimiento, Arturo Mansilla Pinilla.
Agrega el docente que allí se juntan a altas horas de la noche y por segunda vez las emprenden con los vidrios del edificio nuevo del establecimiento educacional.
Destruyeron seis ventanales lo que ahora impide el normal funcionamiento de esas dependencias, agregó Mansilla.
Finalmente solicitó a las autoridades correspondientes, en especial a los inspectores de la Municipalidad fiscalicen y exijan a los propietarios de esos terrenos cerrar ese perímetro, que es un peligro público para las personas que transitan por ahí en horas de la noche.
Campaña de Verano
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