Es el delito más habitual en Punta Arenas, en donde una de las principales motivaciones de los infractores es conseguir especies sin tener que pagarlas, valiéndose del descuido de las personas, o del método de venta del autoservicio, que de forma tentadora concede muchas oportunidades para que los compradores manipulen las mercaderías.
La 1ª Comisaría de Carabineros, en conjunto con los sistemas de seguridad de los centros comerciales y supermercados, que se encuentran supervigilados por la Oficina de Seguridad Privada OS-10, hasta julio de este año ya ha detenido a 378 personas, de las cuales 88 son reincidentes, detenidos a lo menos en dos oportunidades, con la excepción de un detenido en siete ocasiones por el mismo delito.
El año 2009 en total se detuvieron a 631 personas por hurto, con el pic de detenciones en el mes de marzo con 72 aprehendidos. Este año, en la misma fecha, hubo un baja del 59% en la incurrencia del delito.
Gran parte de los hurtos ocurren durante las horas de mayor actividad comercial, de esta manera el infractor logra pasar inadvertido. Es entre los 15 a 29 años de edad en donde se encuentra la mayor parte de estos audaces carteristas, a los que Carabineros pone especial atención, debido a que el hurto es a menudo percibido como una falta para iniciarse en el delito, del cual los delincuentes juveniles se gradúan y pasan a cometer otros más graves.
Entre los 20 y 24 años se encuentra la mayor cantidad de jóvenes detenidos por hurto en Punta arenas, alcanzando un total de 78 aprehendidos en lo que va del año, 77 entre 15 y 19 años; y 51 entre los 25 y 29 años.
Por otra parte, Carabineros constantemente está retroalimentando a los guardias de seguridad, realizando rondas permanentes a los servicios de tiendas comerciales y supermercados, logrando así que la reacción conjunta sea rápida y fluida para contribuir a la disminución de estos ilícitos.
Es muy importante destacar también el rol de la familia en la formación valórica de los jóvenes para que sean personas de bien. Carabineros, dentro de su función educativa, en un segmento de especial atención están los me¬nores de edad, a quienes se busca advertir de los peligros y efectos perniciosos de fenómenos como el robo, la drogadicción y el alcoholismo.
