8 de septiembre de 2023
En un mundo donde el mercado exige productos sustentables, saludables y de presentación impecable, mantenerse a flote puede ser una tarea desafiante, especialmente para los pequeños productores agrícolas. Se enfrentan a la competencia de poderosas empresas y a menudo a eventos climáticos que pueden arruinar sus cosechas. La clave del éxito: Asociatividad. Así quedó demostrado en las presentaciones realizadas por representantes de las cooperativas Campo de Hielo y Ñuke Mapu. Ambas organizaciones natalinas defiende las prácticas culturales y los principios de solidaridad que inspiran a las cooperativas.
La actividad realizada en el marco de la Comisión Regional de Igualdad de Oportunidades (CRIO) de la región de Magallanes, integrada por funcionarias de INIA, INDAP, CONAF, SAG, Mesa de la Mujer Rural, y la Seremi de Agricultura, contó con la participación de más de treinta agricultores de Punta Arenas.
«Las ventajas de las cooperativas son evidentes a corto plazo. Por ejemplo, ayudan a reducir los costos de procesamiento y envasado al permitir que varios productores compartan una sola instalación para lavado, elaboración y empaque. Además, estas asociaciones pueden garantizar precios más estables y volúmenes de producción, lo que les permite mantenerse en el mercado y comprometerse con una oferta constante», expresó Julia Muñoz, presidenta de la Cooperativa Campo de Hielo.
A su vez, explicó que el próximo desafío es contar con un lugar propio para vender sus productos a la comunidad. En la organización participan cerca de 14 campesinos, con ventas anuales que superan las toneladas.
En tanto, Nirmia Salamanca, representante de la cooperativa Ñuke Mapu, destacó la importancia de asociarse y compartir los principios solidarios que inspiran a las cooperativas, a su vez que resaltó el rol que cumple su organización en la educación y socialización de la agricultura.
Actualmente, Ñuke Mapu es uno de los principales proveedores de plantines de lechugas para la región, con una producción que supera los 10.000 kilos de lechugas por temporada.
En la ocasión, la Seremi de Agricultura, Irene Ramírez Mérida, instó a los agricultores a asociarse y aprovechar las oportunidades que brinda el sistema, a su vez afirmó que «hemos traído a ODEPA a la región para explorar los beneficios y modelos que se aplican aquí, en la región de Magallanes, a través de las experiencias de las cooperativas de Última Esperanza. Queremos comprender sus ventajas, así como las barreras y desafíos que enfrentan los agricultores en Magallanes al operar como cooperativas».
Por su parte, Alberto Ramírez Fiora del Fabro, jefe del Departamento de Desarrollo Rural de ODEPA, proporcionó información valiosa que permitió a los asistentes adquirir conocimientos sobre aspectos legales, ejemplos de cooperativas a nivel regional y estadísticas globales sobre el funcionamiento de las cooperativas.
Finalmente, Mónica Pérez, profesional de INDAP, dio cuenta de los instrumentos que posee la institución para apoyar la organización campesina. «Asociarse significa sumar, fusionar esfuerzos individuales para alcanzar logros colectivos. Para los pequeños agricultores, esta colaboración es aún más crucial, ya que les permite abrir nuevas oportunidades y superar las barreras que limitan su crecimiento económico», indicó.
Hoy en día, la iniciativa de INDAP está allanando el camino para rescatar, acoger y dar vida a los sueños de estas organizaciones. Proporciona apoyo técnico y financiero que respalda la visión de un futuro mejor.
Durante la reunión, se abordó la importancia de la alianza público-privada para llevar a cabo proyectos de infraestructura pública y vivienda de la región.
Durante la reunión, se abordó la importancia de la alianza público-privada para llevar a cabo proyectos de infraestructura pública y vivienda de la región.