20 de septiembre de 2013
Mario Dos Santos Lopes – Corresponsal Puerto Deseado – Prensa Libre
El sábado pasado, en el salón auditorio de la Fundación Conociendo Nuestra Casa y con una notable concurrencia de público, se concretó una charla-debate coordinada por Osvaldo Tola, entusiasta estudioso e investigador de la temática histórica local desde hace varios años. Belén Pérez, integrante de la juventud del Socialismo Santacruceño, explicó que «somos muchos los que estamos trabajando en el proyecto Cultura en Movimiento, y de ahí surgió el ciclo de cine-debate que en su tercera edición eligió el tema del cacique Orkeke, cuyo aniversario se cumplió el 13 de septiembre».
La joven militante socialista destacó el trabajo presentado por Tola, realizado hace cinco años con un grupo de estudiantes en uno de los talleres del CABI (Colegios Abiertos). «Estamos muy felices porque ha concurrido mucha gente y esto va a trascender, ya que se va a hacer algo que va más allá del debate», enfatizó.
Estudios minuciosos
El disertante destacó su satisfacción por «encontrar jóvenes tan comprometidos con el patrimonio cultural deseadense y sin apetencias políticas de ningún tipo», señalando que «la importancia de Orkeke pasa por lo que representó en todo el paraje santacruceño», para remarcar la búsqueda realizada hace algunos meses hasta el lugar donde fue capturado el infortunado cacique tehuelche.
«Después de mucho trabajo y muchos recorridos minuciosos, se encontró el valle donde fue capturado Orkeke», explicó, para agregar que «Orkeke se asentó en Puerto Deseado en 1881, una vez que se asentó la Prefectura en la ribera sur», puntualizando que «ellos se establecieron en la estancia La Armonía y luego estancia Cañadón Orkeke, de Tito Zizich, a unos treinta y cinco kilómetros de Deseado».
Durante la charla presentaron una maqueta realizada en escala con el grupo de estudiantes, donde se marca todo el trayecto minuciosamente verificado durante una caminata por esa zona en el año 2012 «para determinar si se podía llegar a Puerto Deseado por ese camino, que era el camino más corto, el más llano y que menos subidas tenía», según relató Tola.
Restituir los restos
Recordó que con los jóvenes del taller «teníamos planeado restituir los restos de Orkeke a Puerto Deseado, y nunca pudimos saber si realmente era posible», revelando que «en mayo descubrí que un concejal de José de San Martín, junto con el Intendente, logran generar un proyecto que determinaba que estaban dispuestos a recibir los restos del cacique». A partir de esta noticia, surgió la iniciativa para que Orkeke descanse finalmente en el lugar donde fue capturado.
En este contexto, celebró que «se logró formar una comisión para fundamentar estas acciones con todos los elementos y la documentación, si ese lugar donde se encontró gran cantidad de material lítico es el lugar donde lo capturaron y lo podamos fundamentar», agregando que «fue sumamente fructífera la charla porque esto no se termina y es el puntapié inicial para reivindicar definitivamente la vida de Orkeke».
Algunos seres dejan su marca en el viento. Viento patagónico en este caso. Y alientos lejanos se unen a veces, como el George Chaworth Musters y un grupo de tehuelches. En 1869 Musters llegó a la Isla Pavón, en el Río San Cruz, Patagonia Argentina, donde tenía su factoría el legendario y valiente comandante Luis Piedra Buena. Allí se unió a una tribu tehuelche. Durante diez meses recorrió con los indios patagónicos 2700 kilómetros entre la desembocadura del Río San Cruz y Carmen de Patagones, a orillas del Río Negro. Uno de los integrantes de la tribu con la que convivió el explorador inglés era el cacique Orkeke. En numerosas ocasiones, en un relato de su viaje que nos dejó Musters, el jefe tehuelche emerge con visos de hombre sabio, rebosante de bondad y generosidad.
Y Orkeke era un ser libre. Hasta que, en 1883, cerca de Puerto Deseado, fue capturado junto con otros miembros de su tribu y llevado a Buenos Aires, donde concurrió a banquetes, teatros, y al zoológico; e incluso se reunió con el presidente Roca, el mismo de la aniquiladora campaña del Desierto. A los pocos meses murió en un hospital militar. Nunca más podría ver el estepario horizonte patagónico y la veloz gracia de los guanacos.
En este momento de Textos sobre Patagonia en Temakel, mediante un artículo de Héctor Pérez Morando publicado en el Diario de Río Negro, recordamos al viejo y digno cacique tehuelche.
Vecinos y organizaciones locales comienzan a discutir el futuro desarrollo urbano de la ciudad.
Vecinos y organizaciones locales comienzan a discutir el futuro desarrollo urbano de la ciudad.