15 de diciembre de 2023
A medida que nos acercamos al cierre del año, los recuentos son de rigor. Este año, lamentablemente, el saldo no sorprende: seis personas que luchaban por sobrevivir en las calles de nuestra región murieron a la intemperie.
¿Cuándo esta estadística dejó de asombrarnos?
“No es mi culpa, es del gobierno de turno”. “Lo que pasa afuera de mi casa no es mi problema”. «No tengo tiempo suficiente para ayudar a nadie”. “No cuento con los recursos necesarios”. “No los conozco”. “Estoy demasiado ocupado con mis propios problemas en este momento”.
Seamos sinceros, a todos nos tiene cansados el proceso constituyente, la inflación, la delincuencia, la crisis educativa, el desempleo, todos estos problemas forman una espiral que nos arrastra a todos. Pero recordemos que hay otros: personas en situación de pobreza y exclusión social, como los migrantes irregulares, los adultos mayores desamparados, los jóvenes excluidos de la educación y, por supuesto, los personas sin hogar, con angustias cotidianas y básicas, que tienen que ver con la sobrevivencia. Hoy más de 200 viven a la intemperie en la extrema región de Magallanes, 30 de ellas, son mujeres.
No tienen espacios inclusivos ni soluciones duraderas. Muchos arrastran enfermedades graves, físicas y, sobre todo, mentales, de las que el consumo de alcohol y, en menor medida, de otras drogas, como en cada año, es un pobre paliativo. Una inútil “muleta” psicológica, que los deteriora más. Así, cada año, el recuento de muertos en situación de calle se repite.
Por eso, iniciativas como el programa «Vivienda Primero» representa un cambio significativo al reconocer la vivienda como un derecho humano esencial para salir de la vida en calle. Lo mismo que la «Primera Feria de Derechos para Personas en Situación de Calle». Ambas emergen como faros de esperanza. La primera comprende que un hogar sin condiciones es el primer paso para reconstruir una vida digna y, la segunda, de manera inédita, reúne a diversas instituciones públicas y numerosas redes de servicios de Magallanes para ofrecer soluciones concretas y eficaces para acabar con la situación calle.
Ambas son un avance hacia una sociedad más justa, que no lamenta impávida las estadísticas y los tristes recuentos de fin de año, y busca ponerse en acción.
El detenido, de 58 años y con antecedentes penales, quedó apercibido por disposición del Ministerio Público.
El detenido, de 58 años y con antecedentes penales, quedó apercibido por disposición del Ministerio Público.