27 de abril de 2021
MUNDOS PARALELOS Y DIGNIDAD NACIONAL
Durante los últimos días, como pueblo hemos prestado más atención de lo común a los anuncios de gobiernos, expectantes por conocer el destino del retiro del 10%, y días antes la gran humorada del bono clase media. Ante esto, automáticamente […]
Durante los últimos días, como pueblo hemos prestado más atención de lo común a los anuncios de gobiernos, expectantes por conocer el destino del retiro del 10%, y días antes la gran humorada del bono clase media. Ante esto, automáticamente viene la pregunta. ¿Quiénes son las personas que le corresponde el bono? Y ¿hasta cuándo este gobierno se pondrá del lado de la gente?
Esta crisis sanitaria, ha sido una situación de extrema emergencia, y que ha visibilizado, el desconocimiento de quienes dirigen el país, habitan un mundo paralelo, no hay otra respuesta porque no tienen idea sobre quienes somos parte de Chile. Esta cuestión social, va mucho más allá de las limitantes de un registro social de hogares o de la encuesta Casen, sino, de la segregación en la que estamos enjaulados. El retiro del 10%, no es solo una cuestión de plata, sino de una justa batalla contra los poderosos y dueños del país.
El Ingreso familiar de Emergencia, bono clase media , bono al transporte o cualquier otro que se les ocurra, nunca va a llegar a la universalidad de los que lo necesitan, porque la privatización de la vida en nuestro país, ha afectado no solo a quienes denominan vulnerables, también, necesitan apoyo los que endeudándose costean la vida familiar; la famosa clase media, que por estos días está en vías de extinción y que tampoco perfila en los bonos, pero que si lo necesita, y que creen que estos beneficios son su legítimo derecho por los altos intereses que les ha tocado pagar. Es por esto que creo en la universalidad, porque este sistema no excluye a unos pocos sino que descarta a la gran mayoría, esas mismas que han tenido que vivir la dureza y crueldad de esta pandemia.
Y en el otro lado de la moneda, vemos con frustración, pena e impotencia que no se han tocado por ningún motivo a quienes tienen concentrado el poder económico, y que también tienen el poder político. Siempre será mejor opción crear un fondo paupérrimo para el contexto, como los 18 mil millones dólares que cuesta aproximadamente el fondo covid, que tocar a la indolente clase alta e instaurar un sistema real de seguridad social, educación, salud y de oportunidades.
Los bonos, en general ayudan a sustentar gastos transitorios, y lo mismo el retiro de los fondos de las AFP, es decir, no costean educación, ni las necesidades en salud, con suerte alimentación saludable y quizás ayuda a resolver algunas deudas, pero estas siguen acumulándose al cabo de un tiempo. Los bonos, no resuelven en nada el problema de fondo, la dignidad de nuestras vidas.
Para que esto suceda, hay que estar del lado correcto; de la gente, de esas que todos y todas conocemos, que pese a todo lo injusto del día a día, se levanta y trata de hacer de su entorno un mundo mejor. Quedan muchas batallas, la primera es una nueva constitución, y es nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas informarnos de las opciones de candidatas y candidatos, sus voluntades, luchas y principios, porque no podemos volver a dejar que nuestros derechos estén en manos de seres indolentes y que desconocen la realidad del país. Porque la dignidad tiene que ser la costumbre, y mientras todo esto sucede es nuestro derecho querer nuestra plata.
El espacio de lectura e investigación, se encuentra emplazado en calle 21 de mayo 2080, esquina Latorre, a un costado del Liceo Industrial.
El espacio de lectura e investigación, se encuentra emplazado en calle 21 de mayo 2080, esquina Latorre, a un costado del Liceo Industrial.