18 de abril de 2025
La liturgia del Viernes Santo es una celebración que conmemora la Pasión y muerte de Jesús en la cruz. Se divide en tres partes: Liturgia de la Palabra, Adoración de la Cruz y Sagrada Comunión.
La Liturgia de la Palabra incluye lecturas de la Sagrada Escritura, particularmente la narración de la Pasión según uno de los evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas o Juan). Se caracteriza por un ambiente de recogimiento y silencio, con el clero y los ministros entonando la Oración Universal y, posteriormente, la Oración de los Felices.
La Adoración de la Cruz es un momento central de la liturgia, en el que se presenta la cruz cubierta a la comunidad, que se la adora en silencio, y luego se le venera personal o colectivamente.
La Sagrada Comunión es la tercera parte de la liturgia, donde se distribuye la sagrada hostia, no en el sentido habitual de misa, sino como una comunión espiritual, en la que se recuerda el sacrificio de Cristo y se recibe su cuerpo y sangre.
En este día, la Iglesia también invita a los fieles a guardar el ayuno y la abstinencia como signo de penitencia y a la oración, incluyendo el Vía Crucis y la oración por la paz. La liturgia del Viernes Santo es un llamado a meditar sobre la Pasión de Jesús y a fijar la mirada en Él, el Crucificado, como un signo de amor y redención.
En la Iglesia Catedral.
En la Iglesia Catedral.