La señora Idiolina Arias Gatica -mejor recordada por 23 generaciones como la “Tía Yoli”- ingresó al Colegio Pierre Faure el 18 de febrero del año 2002 y fue acogida a retiro el 12 de marzo del presente año con un acto de despedida organizado por estudiantes y funcionarios, conmemorando una labor de entrega, cariño y compromiso.
Si bien gran parte de su experiencia profesional fue con infancias, en el Colegio Pierre Faure encontró el amor por la responsabilidad que le implicaría estar a cargo de la recepción: Un sorprendente desafío que recaía en la tarea de ser la primera cara de una institución en el acceso de niñas, niños, apoderados y visitas. Por lo tanto, de garantizar un espacio de seguridad y amabilidad para cada persona que acudía al recinto ubicado en calle Bellavista 697, mismo con el valor emblemático de ser el primero de los inmuebles que actualmente conforman el colegio.
Entre los recuerdos que le otorgan mayor dicha, está el haber recibido en cierta ocasión un simbólico reconocimiento por las autoridades de su institución al poco tiempo de realizar sus labores; haciéndole saber que entre los apoderados había quienes llevaban a sus pequeños con la recomendación de que, ante cualquier necesidad, tuvieran la confianza de dirigirse a la Tía Yoli para darles atención. Un recuerdo que la invitó a tenerle el mayor de los aprecios a su trabajo y entender el llamado de una vocación de servicio y amor por contribuir a la formación de personas.
La Tía Yoli se retira del Colegio Pierre Faure dejando a su comunidad educativa la tarea de entregar todos los días el cariño, responsabilidad, respeto y empatía que requiere una visión educativa inspirada, precisamente, en la formación del individuo en relación con su comunidad. Mientras que a las compañeras y compañeros asistentes y docentes, la constante consideración del amor por el trabajo que realizan, salvaguardando el compañerismo y la humildad para entender que si bien somos uno, entre todos sumamos para construir algo mucho más grande y presente en la vida de cada niña y niño que llega a un colegio para salir, años después, como una persona bien formada.
Sea entonces el mayor de los cariños y éxitos para la tía Idiolina Arias en sus planes de vida.
