18 de abril de 2025
Este Jueves Santo, Alejandra Vera Moya —más conocida como La Jana— nos llevó al interior de una historia que huele a mar y sabe a familia.
Desde la década de los 90, la Pescadería El Caleuche está instalada en la Avenida Martínez de Aldunate 1490, consolidándose como una empresa familiar que ha generado trabajo y oportunidades en la región.
María Mansilla Vargas, actual matriarca del negocio, nos cuenta que todo comenzó con su suegra, quien en 1990 les dijo con convicción: “Hijos, aquí tendrán para sacar adelante a su familia”. Desde entonces, gracias al esfuerzo y perseverancia, han logrado crecer hasta el punto de tener sus propias lanchas que abastecen no solo su pescadería, sino también otras en Punta Arenas.
“Aquí han trabajado nuestros hijos y nietos. De este negocio ha salido el dinero para costear estudios, para vivir, y además, para dar empleo a otras familias, especialmente en la venta y limpieza de mariscos", relata con orgullo María.
Aunque partieron solo como familia, hoy trabajan con más personas, quienes son parte fundamental del equipo. María los define con cariño: “Nosotros necesitamos de ellos, y ellos de nosotros. Por eso somos una gran familia.”
Con motivo de Semana Santa, la clientela llegaba incluso con baldes en mano para abastecerse de productos marinos como cholgas, almejas, choritos, robalos, luche y todo lo indispensables para preparar curantos y otras delicias del mar.
Robinson Zúñiga, oriundo de Calbuco, lleva años radicado en la región. Comenzó como pescador y hoy se dedica a la descarga y limpieza de mariscos, siempre trabajando con los mismos jefes:
“Aquí me siento como en casa.”
Juan Miranda, nacido y criado en Magallanes, también forma parte del equipo:
“Terminamos de descargar a las dos de la mañana, y a las siete ya estábamos limpiando y lavando. Amo el campo y el mar. Cuando no hay pega en el campo, me vengo a trabajar a la pescadería.”
La historia de El Caleuche es más que una empresa: es un ejemplo de trabajo en equipo, tradición y comunidad que sigue navegando firme con el viento de la familia y el compromiso.
En compañía de medio centenar de vecinos.
En compañía de medio centenar de vecinos.