Cuando miras desde el aire cualquier lugar de Chile puedes ver claramente la cuadrícula de los barrios, las pequeñas áreas verdes, los lugares montañosos, y sobre todo las fuentes de agua que nos rodean. Cuando llegas a la Patagonia por aire, eso deja de ser así, queda la sensación que es de los pocos lugares salvajes en el mundo, ya no hay orden en las divisiones y lo preponderante es la naturaleza.

Llegamos a Cerro Castillo por aire, el viaje desde Santiago a Balmaceda – el aeropuerto más cercano – fue de 1 hora y 40 minutos con escala en Puerto Montt, donde al igual que en los buses solamente tuvimos que mantenernos en nuestros asientos; bajaron algunos pasajeros, subieron otros y en 40 minutos ya estábamos en Balmaceda. Desde el aire se pueden apreciar dos paisajes: Cordones montañosos donde muchos de ellos aún refugian nieve, mientras que el bosque los abraza firme entre las faldas de los mismos cerros; por otra parte, el agua; lagos enormes, ríos serpenteantes corriendo libres hacia el inmenso mar azul.

Un pasaje comprado con anticipación en avión puede costar desde los $45 mil pesos, hasta $120 mil en tarifa alta y sin la antelación que un viaje como este necesita. La otra opción es viajar por tierra, para ello te recomendamos esta guía para recorrer la Patagonia austral por GoChile. Alguno de los imprescindibles es que tu vehículo sea un 4×4 – aún hay varias partes del camino sin pavimentar – llevar siempre contigo un bidón para bencina, las distancias son muy largas, y finalmente una cámara de fotos que registre la enorme belleza de los paisajes (flora y fauna) que te encontrarás.

En verano esta zona goza de buen clima, la sensación térmica oscila entre los 12° y 20° grados, aunque según los locales más de 4 días de sol, es un regalo. Generalmente la temporada estiva se ve interrumpida por alguna lluvia, así que un imprescindible para venir a la Patagonia, es un corta viento ojalá impermeable, como la Torrentshell de Patagonia, acá te dejo un dato. Para los días de invierno en cambio, la lluvia abunda, los fuertes vientos y el frio también es una constante. Sin embargo, si vienes bien equipado tendrás un sinfín de panoramas para poder desafiar tus propios límites y conectar con la naturaleza salvaje de la Patagonia.

Nuestra primera parada fue en el alojamiento para poder acomodar nuestras cosas y luego salir a recorrer. Un primer consejo, las reservas se hacen por teléfono o presencial. Nosotros nos alojamos en las Cabañas de Turismo Al Galope, que los precios en temporada alta parten desde los $8 mil pesos en camping, cuentan con duchas con agua caliente, una zona común donde se puede cocinar o refugiarse si cae mucha agua. Sus dueños, Doña Marcia y Don Feli, son muy amables y pueden entregarte más de un consejo para recorrer la zona. Acá te dejo una lista detallada de alojamientos y buses para llegar a la localidad de Cerro Castillo.

El grupo con el que anduvimos son amantes de la escalada, así que preparamos nuestras mochilas, por supuesto las Black Hole de Patagonia, que además de tener el espacio preciso para estas aventuras, son versátiles, realizadas con botellas plásticas, y resistentes al agua. El destino elegido fue “El Alero”: Sector de escalada deportiva con alrededor de 40 vías. Su accesibilidad es muy simple, tan solo a 10 minutos en auto desde la villa, es recomendable siempre un 4×4. Es una pared ladera norte, por ende, es un excelente panorama para los días fríos, ya que tiene una buena llegada de luz. El propietario del sector donde está ubicado este muro se llama Domingo Vargas y para acceder se deben pagan $1.000.  Escalada de placa, regleta y alguna fisura.

Además, la misma ruta de escalada, tiene acceso caminando al “Paredón de las Manos”, un sitio arqueológico que tiene pinturas rupestres de hace 10 mil años, destaca como su nombre lo dice una pared de roca llena de manos de diferentes tamaños plasmadas en rojo. Museo y Paredón: Niños/as $1.000; Adultos $2.000. Horario: martes a domingo 10:00 a 17:00 horas

Para terminar el día, uno de los imperdibles es visitar el Parque Nacional Cerro Castillo. Para recorrerlo completo se necesitan al menos 4 días, pero seguramente durante una tarde también es una experiencia única por su flora (lengas y ñirres) y fauna típica de la zona, si tienes suerte puedes ver algún pudú o incluso huemules. De los destacados de este parque están: Macizo Cerro Castillo, Laguna Cerro Castillo y el Río Ibáñez. Puedes encontrar mayor información sobre el parque aquí.

Y el último dato para comer. Existen diferentes negocios en la villa que tienen de todo, frutas, verduras (generalmente los jueves llegan a abastecer), abarrotes, mercadería, pan, entre otros, perfecto para un snack rápido; también están los carritos de comida donde también puedes optar por una opción veloz. Si tienes más tiempo y quieres sentarte a disfrutar de la gastronomía de la zona, es posible encontrar algunos restaurantes: Ruta 7, San Sebastián, La Querencia, Villarrica y la Pizzería. Disfrutar la Patagonia como un templo de la naturaleza y de lo silvestre, es el mantra que se debe repetir cuando estés por esta zona. La importancia de interactuar con la gente del lugar, poder conocer territorios poco habitados, apreciar el arte de la naturaleza en el corazón de la Patagonia, es la invitación que tiene Cerro Castillo para ti

Fuente: fulloutdoor.cl