30 de enero de 2024
Casi 51 años desde la primera idea de su construcción y con más de seis presidencias involucradas para lograr una proeza de la ingeniería: el Puente Chacao. El proyecto que busca unir la isla Grande de Chiloé con el continente chileno que ya alcanzó el 45% de avance. El puente colgante, que será el más largo de América Latina, tendrá una longitud total de 2.750 metros y contará con cuatro torres de más de 200 metros de altura cada una.
Con un recorrido en la pila sur de la obra, junto a la ministra Jessica López, autoridades del Ministerio de Obras Públicas, representantes de la concesionaria a cargo del proyecto, trabajadoras y trabajadores, el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, pudo constatar en terreno el trabajo que se realiza en la mega estructura que busca conectar de forma permanente el territorio continental chileno con la Isla Grande de Chiloé.
En la actividad, el Mandatario destacó que “esta obra representa la búsqueda de Chiloé por un equilibrio que sea auténtico con su historia y su cultura, en donde haya progreso, pero sin renunciar a su identidad; en donde haya mejor conectividad y calidad de vida para los chilotes y chilotas; en donde tengamos todos un derecho a un futuro con oportunidades; en donde se compatibilice la conservación de la naturaleza y el patrimonio cultural con la actividad productiva y el desarrollo de las comunidades”.
Por su parte, la ministra de Obras Públicas, Jessica López, señaló que “en un megaproyecto como el Puente Chacao, muchas cosas impactan en su desarrollo. Sin embargo, ya estamos con 45% de avance, en el que aún algunas pilas tienen que alcanzar el doble de su altura, por ejemplo, y por lo tanto, entramos en una etapa donde los riesgos de la obra son mayores y, por lo tanto, desde el MOP vamos a poner mucho foco en dichos riesgos. También hemos tenido algunos planteamientos por parte de los sindicatos en este sentido, de asegurar una adecuada gestión de riesgo en el desarrollo de la obra.
Esta obra unirá la zona de Punta Coronel (sector Pargua, pila norte), comuna de Calbuco y Punta Gallán (sector Chacao, pila sur), comuna de Ancud, con un apoyo central en la “Roca Remolinos” (pila central).
El Puente Chacao contará con cuatro pistas para transporte de vehículos motorizados, acortando los tiempos de traslado de manera considerable, pasando de los hasta 50 minutos que puede demorar en la actualidad (entre embarque, navegación y desembarque de transbordadores) a sólo 3 minutos en toda época del año.
Con un monto de inversión vigente de más de 714 mil millones de pesos, una vez terminado el puente, Chile quedará conectado de forma continua y permanente desde Arica a Quellón por la Ruta 5.
Una obra de ingeniería que tuvo su concepción hace 51 años cuando el diputado por Chiloé, José Félix Garay, impulsara la idea de unir la Isla con el continente.
Sin embargo, la iniciativa no prosperó y quedó en el olvido por varios años. Recién, en 1996, renació la iniciativa a manos del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y se realizaron los primeros estudios de factibilidad técnica y económica. Aunque el proyecto fue anunciado oficialmente en 2003 por el Presidente Ricardo Lagos.
No obstante, el puente enfrentó diversas dificultades y retrasos debido a su alto costo, a las condiciones geográficas y climáticas del lugar, y a las críticas de algunos sectores sociales y ambientales que cuestionaban su utilidad y su impacto.
En 2006, el gobierno de Michelle Bachelet decidió cancelar el proyecto y optar por otras alternativas de conexión, como el mejoramiento de los servicios de transbordadores.
La idea del puente fue reactivada en 2012 por el gobierno de Sebastián Piñera, quien licitó el contrato de diseño y construcción del puente a un consorcio internacional liderado por la empresa coreana Hyundai.
La obra comenzó en 2017 y se espera que esté terminada en 2025, luego de sufrir múltiples atrasos por problemas técnicos, financieros y judiciales, aunque podría sufrir nuevas demoras debido a que recién muestra el 45% de avance.
Es así que el puente Chacao se ha transformado en un proyecto emblemático para el país, que busca mejorar la conectividad y el desarrollo de una de las regiones más aisladas de Chile.
Su construcción ha sido un desafío de ingeniería y de voluntad política, que ha enfrentado diversos obstáculos y controversias a lo largo de su historia. Sin embargo, también ha generado expectativas y esperanzas en los habitantes de Chiloé, que ven en el puente una oportunidad de integrarse mejor al resto del país, sin perder su identidad y su cultura.
Fuente: eldesconcierto.cl
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