10 de diciembre de 2023
También es importante priorizar las actividades de esta época y alternarlas con espacios recreativos o de ocio.
A estas alturas del año, el cuerpo resiente el cansancio acumulado. Cuesta más levantarse en las mañanas, llegamos con poca energía a trabajar, nos agobian las preocupaciones y la presión final nos irrita más de lo normal. Y aunque la mayoría de las personas espera las fiestas de fin de año, para algunos/as conlleva angustia que desencadena en el temido estrés, una de las principales preocupaciones para el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) en términos de salud mental.
Como organismo administrador público del Seguro Contra Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, la prevención es una de las principales tareas del ISL Magallanes. En tal sentido, las autoridades y expertos en el área advierten que todos los días, las personas están expuestas a cierto estrés que, si bien, en si mismo no es negativo, es importante anticipar los riesgos para que las eventuales metas no cumplidas, el cansancio y las múltiples presiones que se generan a fin de año, no se conviertan en un problema mayor.
En palabras de la Seremi del Trabajo, Doris Sandoval Miranda, “creemos que es muy relevante poner especial atención a nuestra salud mental durante esta época, pues tenemos diferentes presiones que, sobre todo en el ámbito laboral y familiar, aumentan con las expectativas y con el aumento de las metas con las que se quiere cumplir a fin de año. Por lo mismo, como cartera del Trabajo, queremos anticiparnos a esto y, junto con nuestro ISL, entregar recomendaciones a las trabajadoras y trabajadores de la zona”.
Al respecto, el director regional del ISL, Marcelo Triviño Álvarez, expuso que “esta época tiene asociados varios eventos que nos exponen a un alto nivel de incertidumbre, lo que puede ser causante de estrés. Nuestro objetivo, como ISL, es poder educar a las personas para que reconozcan los factores de estrés presentes en sus trabajos y rutinas y que puedan prevenirlos, o bien, crear estrategias para combatirlos. En este sentido, hay síntomas a los que es necesario poner atención, como, por ejemplo, el dolor de cabeza, tensión o dolor muscular, malestar en el pecho, cansancio extremo, cambio en el sueño, malestar estomacal, entre otros”.
De acuerdo a lo que explica María Soledad Elizalde, experta psicosocial del ISL, el estrés de fin de año “es un patrón de respuesta distinta a lo habitual, ya que diciembre es interpretado como una situación altamente exigente o amenazante, que requiere de un esfuerzo adaptativo importante y de una respuesta eficiente”, cuando la persona siente o anticipa que no logrará abordarla con sus recursos psicológicos habituales de enfrentamiento, se siente “sobrepasada”.
¿Cómo debemos manejarlo?
La psicóloga del ISL explica que, al llegar a fin de año, es fundamental “regular nuestras expectativas, es decir, trazar metas realistas y a corto plazo, tomando en cuenta nuestras habilidades, recursos y posibilidades”. También es importante priorizar las actividades y alternarlas con otras de carácter recreativo y siempre valorar cuando se alcanza un logro o se cumple uno de los propósitos.
Sin embargo, advierte que hay que tener mucho cuidado con el tipo de meta que se traza, ya que “el error más común y que produce mayor estrés es cuando buscamos hacer todo lo que no se hizo durante el año con altas expectativas de éxito y la exigencia de efectividad”, que si no logra ser terminado, será percibido como incapacidad o inhabilidad, lo que representa “un peligro para la integridad de la persona”.
Desde el ISL explican que para poder realmente celebrar las fiestas de fin de año y evitar el estrés, debemos partir despacio y seguir las siguientes recomendaciones:
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