Qué sucedió. El ambicioso proyecto de energía renovable INNA de la empresa de origen estadounidense AES es una de las iniciativas más ambiciosas en energías renovables en Chile. Con una inversión estimada de US$ 10.000 millones, la iniciativa busca transformar a la Región de Antofagasta en un polo de producción de combustibles limpios.
- Sin embargo, el proyecto ha estado bajo escrutinio por sus impactos ambientales. Primero fueron los astrónomos, que advirtieron sobre la posible contaminación lumínica en una de las mejores zonas del mundo para la observación del cielo.
- Ahora, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) ha emitido una serie de observaciones. Si bien el CMN tiene un rol clave en la protección del patrimonio arqueológico y paleontológico, la extensión de sus exigencias podría retrasar el avance del proyecto.
Las exigencias del CMN: Desde cercos de 1,20 metros hasta archivos geoespaciales. El CMN presentó un informe con una serie de observaciones que el titular del proyecto debe subsanar antes de continuar con la tramitación ambiental. Entre las más llamativas están:
- Fotografías en alta resolución de cada hallazgo arqueológico: Se exige capturar imágenes detalladas de cada material recuperado en las excavaciones, asegurando una calidad “adecuada” para su posterior análisis. También piden dibujos de perfil para cada unidad de excavación.
- Con el propósito de sistematizar la información, se solicita una base de datos consolidada que contenga todos los monumentos arqueológicos identificados en las inspecciones visuales en el marco del presente proyecto (Sitio Principal, Faja de Servicios, Sitio Costero, Sitio Terra y Sitio Terra Parinas).
- Cambio de clasificación paleontológica sin evidencia de fósiles: A pesar de que la inspección visual no encontró restos paleontológicos, el CMN exige reclasificar la zona como potencialmente susceptible para futuras excavaciones.
- “El profesional a cargo define la unidad como estéril al no observar fósiles durante la inspección visual y en base a la fuente de los clastos, lo que no permite descartar la existencia de bienes paleontológicos producto de otros procesos geológicos. Debido a que la categoría utilizada no se ajusta al concepto anteriormente definido, se solicita modificar la potencialidad paleontológica del área del proyecto en el informe final”, especifica el organismo.
Cercos para los hallazgos. Cercos perimetrales de 1,20 metros con buffer de 10 metros: Se exige instalar un cerco visible simple (mallas y postes) de 1,20 m de altura como mínimo. Los cercados deberán implementarse dejando un buffer de 10 metros alrededor de los hallazgos de acuerdo a la dispersión superficial de material arqueológico o del límite de las estructuras.
- Agregan que los cercos deberán ser instalados previos al inicio de las obras (considerando la habilitación de caminos) “debiendo permanecer hasta el final de las mismas, de tal manera de proteger los monumentos arqueológicos durante la etapa de ejecución de las obras del proyecto”.
- Detención inmediata de obras por hallazgos paleontológicos: Si durante la construcción aparecen restos paleontológicos no previstos, el proyecto debe detenerse en un radio de 2 metros, colocar señalética especial y notificar al CMN en un plazo de 5 días hábiles.
- Revisión y aprobación de charlas educativas: Como parte de las medidas de compensación, se propone realizar charlas educativas sobre arqueología en escuelas locales, pero el CMN exige revisar y aprobar previamente los contenidos de cada presentación.
La dura exigencia del edil. El alcalde de Taltal, Mario Acuña, también ha expresado preocupaciones sobre el emplazamiento del proyecto. Según el Plan Regional de Ordenamiento Territorial (PRIBCA), el área donde se pretende construir INNA está catalogada como zona de protección ecológica y de interés científico, lo que implica una evaluación ambiental más estricta.
- “Es fundamental priorizar la protección de la calidad del cielo nocturno y la biodiversidad local”, señaló la autoridad comunal, agregando que el titular del proyecto debería implementar medidas de mitigación como el uso de iluminación de bajo impacto certificada y compensaciones ambientales para especies endémicas en peligro.
- Acuña además propuso evaluar una reubicación del proyecto fuera de las zonas de protección establecidas. “Siguiendo la recomendación de ESO y los criterios de zonificación territorial, se propone trasladar el proyecto al menos 50 km al norte, en el sector aledaño a Caleta El Cobre, donde se minimizarían sus impactos ambientales”, explicó.
- Esta medida, según el edil, reduciría el riesgo tanto para la biodiversidad como para la observación astronómica en la zona.
Fuente: ex-ante.cl