28 de octubre de 2024
El Hospital Clínico Magallanes se enorgullece de anunciar que hoy, nuestra valiente paciente María Luisa Uribe tocó tres veces la Campana de la Esperanza, marcando el emocionante final de su tratamiento en nuestra Unidad de Radioterapia. Este gesto simbólico no solo representa el cierre de una etapa difícil, sino también el comienzo de un nuevo camino lleno de posibilidades y sueños por cumplir.
María Luisa compartió su experiencia en este momento tan emotivo: "Fue bastante bonito el momento, bastante emotivo. Este toque de campana simboliza el final de una etapa de un tratamiento. El proceso ha sido excelente, el equipo todo, uno a uno de ellos, puros siete, buenas personas, una linda amistad. Es como una familia para mí".
Recordando el inicio de su tratamiento, María Luisa agregó: "Fue el 16 de junio. Estuve con la terapia y acá con los doctores". Su mensaje para futuros pacientes fue lleno de aliento: "Que tengan mucha fe, que crean en Dios y sobre todo en sus doctores, que los doctores hacen maravillas para uno. El cariño que ellos demuestran es fabuloso. Me voy muy contenta de cada uno de ellos. Muy contenta. Me han atendido como una familia más, como una hermana más".
La Jefa de la Unidad de Radioterapia, Dra. Evelyn San Martín, también expresó la importancia de este ritual: "Nosotros tenemos la campana desde hace un tiempo. Ya estaba en funcionamiento con el inicio del funcionamiento de la máquina aproximadamente desde julio de este año. La idea es que más de la mayoría de los pacientes que terminan su tratamiento toquen la campana tres veces, previo a haber leído o posterior a haber leído un texto. Es muy importante para nosotros porque significa el fin de término de su tratamiento. La mayoría de los pacientes se emocionan, sus familiares también. El movimiento es muy importante. Y estamos muy agradecidos por el beneficio de tener esta campana gracias a Project Bell".
Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a la agrupación Project Bell por su generosa donación de esta campana, un gesto que ha traído alegría y esperanza a muchos pacientes oncológicos. Cada toque de la campana resuena con la fuerza de nuevos comienzos, recordándonos que, a pesar de los desafíos, siempre hay luz al final del túnel. Hoy, celebramos la vida, la recuperación y el poder de la comunidad que nos sostiene.
Entre enero y octubre
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