28 de marzo de 2025
Ricardo Gareca sigue en la Selección. El estratega fue notificado de la disconformidad con los resultados que ha obtenido en el proceso y de la intención de que deje el puesto. También se le planteó una fórmula de pago para que deje la banca nacional. Ahora, en Quilín esperan su decisión.
El entrenador apareció por la ANFP a eso de las 15.40 horas. Pablo Milad, que había retornado desde Paraguay, donde cumplió un compromiso relacionado con su condición de vicepresidente de la Conmebol, lo esperaba hacía 40 minutos. El Tigre fue flanqueado por sus colaboradores más cercanos: el ayudante técnico Sergio Santín y el preparador físico. No asistió su abogado, Mario Cupeli, lo que inicialmente fue interpretado como una señal. Al timonel del fútbol chileno lo acompañaba Jorge Yunge, el secretario general de la federación.
Todos tenían claro para qué estaban ahí: definir el futuro del proceso. Sobre la mesa había factores claves. Por una lado, el decepcionante rendimiento futbolístico del combinado nacional. Por otro, un tema ineludible: el costo que implicaría abortar la relación. Hasta el ingreso al cónclave, no había una resolución tomada.
El empate frente a Ecuador había dejado el ánimo de los dirigentes del fútbol nacional por el suelo. Al término del encuentro, un resignado Pablo Milad separó las opciones matemáticas de las estadísticas. Las primeras aparecían como el único sustento para estirar la permanencia del entrenador, sujeta a la chance real de, cuando menos, rasguñar un puesto en el repechaje. La productividad histórica ante los cuatro rivales que debe enfrentar la Roja (Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay) es un palazo a la ilusión de alcanzar el repechaje, la única opción posible de acercarse al Mundial.
Después de la igualdad ante el combinado del Guayas, el semblante de Milad era similar al de los hinchas que asistieron al Estadio Nacional y los millones que siguieron el encuentro a través de la televisión. La decepción del dirigente era evidente. De hecho, estableció con claridad que el estratega no había cumplido el objetivo para los encuentros ante Paraguay y Ecuador: sumar los seis puntos.
En ese escenario, remarcó que en las horas siguientes se producirían dos instancias. Una ya se materializó: la reunión del directorio de la federación, que tendría que definir la factibilidad de abortar anticipadamente el vínculo con el estratega. La otra, la reunión con el técnico, que se producirá esta tarde en Quilín.
Si bien la reunión entre Milad y Gareca ha sido un comportamiento habitual después de cada fecha doble de las Eliminatorias, en Quilín no escondían el cariz distinto que revestiría esta. También había claridad respecto de la voluntad pública del estratega respecto de permanecer en el puesto y de los costos que involucraría un despido unilateral: se fijan en US$ 1,3 millones, cifra que se elevaría por los impuestos que debe asumir la Federación.
Gareca, en el peor escenario deportivo posible, con la Roja hundida en el sótano del continente, había insistido en su intención de quedarse. El gesto que esperaba la dirigencia no se produjo. Por el contrario, el técnico admitió que su intención era permanecer incluyó más allá del camino hacia el Mundial de 2026, que ya parece cortado.
Gareca tuvo que explicar qué pasó y, principalmente, la escasez de respuestas futbolísticas de la Roja en un escenario apremiante. Su intervención se sumó a otro informe que tiene carácter de habitual: el que entrega el gerente de Selecciones, Marko Biskupovic.
Sin embargo, en la administración del fútbol nacional también sopesaban, hasta último momento, otro factor: la utilidad real que tendría dejar a la Roja sin técnico a cuatro partidos del final del proceso. En ese escenario, las interrogantes se sumaban: quien estaría dispuesto a asumir, por cuánto tiempo contratarlo y, otra vez, a qué costo establecer un compromiso. El nombre de Nicolás Córdova, uno de los que surgió como opción para actuar ante la emergencia fue rápidamente descartado: su foco seguirá puesto en la preparación de la escuadra que será anfitriona en el Mundial Sub 20.
Fuente: www.latercera.com
El compromiso busca avanzar en la integración vial y marítima del sur de Chile, con énfasis en el desarrollo de la Carretera Austral sin depender de pasos por Argentina. Proyecto privado contempla autopista de 600 millones de dólares.
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