9 de diciembre de 2024
En un reciente estudio publicado por científicos chilenos se realizó un análisis de más de tres décadas, desde la cuenca del río Petrohué hasta la cuenca del río Aysén, incluyendo otras más de 890 cuencas de diversos tamaños que también descargan agua en la zona costera de la Patagonia norte.
Los hallazgos revelaron un impacto significativo en el régimen natural de caudales, el cual varía según el tamaño y ubicación geográfica de las cuencas. Los mayores impactos se observaron en la zona norte del área de estudio, donde tres de los principales ríos analizados (Petrohué, Puelo y Yelcho) muestran una marcada disminución en el caudal medio anual.
Esta tendencia se extendió a la mayoría de los ríos analizados (n: 896) durante el verano, y alcanza a cerca de la mitad de las cuencas analizadas y cuatro de los ríos principales durante la estación de otoño. Además, se detectó que el periodo de máximas crecidas ha cambiado en las últimas décadas; por ejemplo, en la cuenca del río Puelo, las crecidas ahora ocurren en primavera en lugar de invierno.
Así describe los resultados el Dr. Jorge León, profesor asociado de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), investigador del Centro Incar y uno de los autores de la investigación.
En entrevista con Salmonexpert, el científico detalla que la tendencia de disminución de precipitación y caudales es evidente, y se prevé se intensifiquen hacia el futuro, lo que podría impactar directamente a la salmonicultura.
¿Cómo afectarán las disminuciones de los caudales mínimos a la población y la salmonicultura?
La salmonicultura depende fuertemente de la variabilidad natural de los sistemas acuáticos. Nuestros resultados indican que aproximadamente el 50% de la biomasa producida en el sistema costero del sur de Chile proviene de áreas influenciadas por el agua dulce descargada desde ríos. En estos sistemas estuarinos, el comportamiento oceanográficos está fuertemente vinculado al volumen y la temporalidad de los aportes fluviales. Nosotros, al combinar los datos de caudal de los ríos en el norte de la Patagonia chilena con datos de salinidad, turbidez y temperatura provenientes de sensores remotos, detectamos cambios significativos en la columna de agua superficial.
Por ejemplo, en el norte del mar interior de Chiloé, se observa un calentamiento de la capa superficial del mar, mientras que en la zona media de este sistema la turbidez ha disminuido considerablemente en igual ventana de tiempo. Más al norte, en el Seno de Reloncaví, se registra un levantamiento de la haloclina, en otras palabras, estos ambientes tienden a ser cada vez más marinos y menos estuariales. Desde un punto de vista productivo, creemos que estos cambios pueden estar gatillando modificaciones relevantes en las zonas costeras utilizadas por la salmonicultura chilena. Más aun creemos que este tipo de resultados pudiesen ayudar a explicar variaciones en afecciones relevantes como la incidencia de floraciones algales nocivas y patrones de distribución y nivel de impacto del Caligus.
¿Cómo crees que evolucionarán estos cambios en el futuro?
Este estudio es el resultado de una colaboración entre diversas universidades y centros de investigación regionales, financiados por los proyectos Fondecyt Regular N°1221102, Fondo de Investigación Estratégica en Sequía N°FSEQ210030, FONDAP INCAR 1522A0004 Portal Horizonte Europa Nº101115565, Proyecto ICE3
A futuro, se proyecta que las tendencias actuales de cambio en precipitación, temperatura y caudales continuarán, manteniéndose tanto su dirección como magnitud. En este sentido, aun cuando puedan ocurrir años con precipitaciones abundantes, la tendencia general no debería cambiar. Además un aspecto importante a tener en cuenta es que debido al estrés acumulado en las cuencas por los años secos recientes, la capacidad de respuesta a años de sequía consecutivos ya no es la misma que antes. Esto implica que el sistema costero continuará siendo afectado por ríos que ya no responden a sus conocidos patrones de caudales mixtos o nivales.
¿Cómo avanzar en la protección y gestión de las cuencas del noroeste de la Patagonia para limitar los impactos del cambio climático y el cambio de uso del suelo?
Las cuencas del norte de la Patagonia chilena se encuentran entre los sistemas fluviales mejor conservados del mundo. La calidad de sus aguas es excepcional, y los cambios en los caudales están relacionados principalmente con las variaciones en la precipitación, y no con intervenciones humanas como represas, embalses o canales de riego. Esto es notablemente diferente a lo que ocurre en el centro y norte del país, donde los ríos están intensamente intervenidos. Dado lo anterior, en la Patagonia norte aún es posible implementar políticas de conservación y gestión ambiental destinadas a conservar el estado actual en lugar de restaurar atributos ya perdidos, lo cual es una ventaja comparativa frente a otras regiones.
Dado que la industria salmonicultora es uno de los principales beneficiarios de los servicios ecosistémicos proporcionados por las cuencas hidrográficas, es esperable que desempeñe un papel clave en su conservación. Por ejemplo, no es impensable, que parte de sus impuestos se inviertan en conservación y manejo de estos sistemas, por ejemplo contribuyendo a financiar sistemas de prevención y combate de incendios forestales, con el objetivo de reducir el riesgo de ocurrencia de grandes incendios, como los ya ocurridos en el Biobío y el Maule. Acciones como esta pudiesen ayudar a mantener altos niveles de calidad de agua y caudales estables en los ríos de la Patagonia, co-asegurando el potencial de ventilación y dilución que los ríos aportan a los ecosistemas costeros que sostienen gran parte de la acuicultura nacional.
Parte de estos resultados también fueron publicados en el VIII tomo de los compendios Aprendiendo Acuicultura de Salmonexpert titulado "Sustentabilidad y cambio climático". Para obtener mayor información o adquirir uno de los compendios comunicarse a: [email protected]
Fuente: salmonexpert.cl
Un 80% está de acuerdo con que exista un umbral mínimo de pago mensual y un 66% cree que todos son responsables del plan de pago que quedó establecido para que las isapres paguen la deuda con sus afiliados, incluyendo al gobierno, el Congreso, la superintendencia y las mismas isapres.
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