5 de marzo de 2025
Un equipo de investigadores chilenos, en colaboración con científicos peruanos, estudió por primera vez en la Antártica cómo los microplásticos y nanometales afectan al kril, organismo clave en la cadena alimentaria del océano Austral. A bordo del buque polar BAP Carrasco, analizaron el impacto de estos contaminantes en la salud y la función ecológica de la especie.
Desde 2020, investigadores e investigadoras del Instituto Antártico Chileno (INACH) estudian la distribución y abundancia del kril en isla Nelson y bahía Fildes, área principal de alimentación de los pingüinos barbijo y papúa que anidan en punta Armonía. En el marco de la LXI Expedición Científica Antártica (ECA 61), organizada por el INACH, se realizó un recorrido de dos días y más de 500 kilómetros empleando tecnología hidroacústica para estimar la población de kril.
"Con mucho esfuerzo ya hemos efectuado cinco años de monitoreo sincronizado de la actividad de alimentación y reproducción de pingüinos barbijo y papúa en punta Armonía, y la disponibilidad acústica de kril en su área de alimentación. Es, sin duda, un éxito muy importante para INACH y el programa de Áreas Marinas Protegidas. Es escaso este tipo de estudios en el mundo, más aún en ambientes polares, y permitirá comprender de mejor forma cómo es la dinámica interanual del kril y cómo depredadores topes responden cada año", afirma Francisco Santa Cruz, investigador del INACH y del Instituto Milenio BASE.
Aprovechando la creciente colaboración entre Chile y Perú, el equipo también pudo desarrollar un experimento de laboratorio para evaluar el impacto de contaminantes emergentes sobre rasgos fisiológicos y moleculares del kril antártico. "Contaminantes como microplásticos y nanometales son de creciente ocurrencia y preocupación en el océano Austral, por lo tanto, es esencial evaluar su potencial impacto sobre el kril, una especie fundamental para los ecosistemas marinos antárticos", agrega Santa Cruz.
La experimentación se realizó en acuarios con sistemas de recirculación de agua de mar a bordo del barco y se recolectó kril vivo mediante redes de plancton. Posteriormente, los individuos fueron aclimatados y sometidos a distintos tratamientos de exposición de microplásticos y nanometales.
Ahora, la última etapa del trabajo se centrará en los laboratorios del INACH en Punta Arenas. "Consiste en analizar el microbioma del tracto digestivo para saber si las micro y nanopartículas afectan su digestión y, además, estudiar la expresión de genes del hepatopáncreas para saber si estos contaminantes afectan la ecofisiología molecular y cuáles procesos biológicos de ese órgano serían afectados", afirma Santa Cruz.
Este estudio forma parte del proyecto de Fomento a la Vinculación Internacional "Desarrollo tecnológico para cultivo y mantención de kril antártico bajo condiciones de cautiverio en acuarios de exhibición del Centro Antártico Internacional", financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo y liderado por los investigadores del INACH Rodolfo Rondón y Alejandro Font, que busca establecer una red de colaboración científica nacional e internacional para investigar a fondo esta especie clave del ecosistema antártico.
Colaboración científica entre Chile y Perú
La expedición reunió a especialistas de ambos países. Desde Perú, participaron Natalie Bravo Senmache (Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo) y Diego Cuba Páez (Universidad Científica del Sur), ambos seleccionados por la Cancillería peruana. Diego Cuba señala muy entusiasta: "He podido aprender, discutir y colaborar con el fin de que la propuesta de investigación resulte de la mejor forma. Esto va a sumar mucho en mi carrera profesional. Ha sido una experiencia inolvidable."
Mientras que su compañera Natalie Bravo agrega: "Creo que es importante que se mantengan este tipo de colaboraciones. Hay mucha experiencia en Perú, a nivel de los científicos y las Fuerzas Armadas, que puede ser muy útil para estas investigaciones. En ese sentido, el BAP Carrasco es una plataforma ideal para realizar estudios in situ en la Antártida. Agradezco la oportunidad que nos brindó la Cancillería de mi país a jóvenes como yo, de participar en estos proyectos internacionales."
Por parte de Chile también participaron Magdalena Márquez, profesional del Programa Áreas Marinas Protegidas del INACH, y Nayla Serey, investigadora del Instituto Milenio Base y estudiante de doctorado en Microbiología de la Universidad de Chile, para quien "fue una fantástica experiencia desde lo científico a lo personal. Junto a Francisco Santa Cruz realizamos un experimento de exposición del kril a contaminantes emergentes, este análisis busca evaluar la respuesta del propio kril y su microbiota asociada frente a la exposición de nanometales y microplástico. En lo personal, esta fue mi segunda experiencia en la Antártica y siempre es muy gratificante enfrentar este tipo de desafíos con resultados positivos. El compañerismo a bordo y la colaboración internacional, la disposición de todo el equipo, fueron primordiales para que este experimento pudiera llevarse a cabo de buena manera."
La alianza entre Chile y Perú demuestra que la ciencia no tiene fronteras y que solo a través de la colaboración internacional se pueden afrontar los complejos desafíos que amenazan a la Antártica. "Esperamos seguir trabajando con Perú y con otros países de la región. En 2023 se creó el grupo regional de kril, con investigadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay. Hay mucho trabajo por delante y como somos los países más próximos a la Antártica, tenemos ventajas comparativas logísticas que podemos aprovechar", concluye Santa Cruz.
El INACH es un organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, tecnológico y de difusión. El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación de excelencia, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía.
Durante la ECA 61
Durante la ECA 61