Esta mañana, la Municipalidad de Punta Arenas junto a Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI), sostuvieron una reunión para coordinar un plan de fiscalización destinado a enfrentar el problema de las fiestas y locales clandestinos que afectan a la ciudad. Durante el encuentro, las autoridades discutieron medidas concretas para abordar las denuncias presentadas por vecinos y garantizar la seguridad de la comunidad.
A partir de esto, el alcalde de la comuna, Claudio Radonich, detalló que actualmente se han recibido cuatro denuncias formales sobre este tipo de actividades en diferentes sectores de la ciudad. "Lo que buscamos es terminar con los clandestinos. Hoy la ley no está actualizada y esto dificulta mucho el proceso de clausura. Hemos tenido casos como el de un local cerca de la Plaza Sampaio, el cual tardamos mucho en cerrar, es por esto que hago un llamado a los parlamentarios a modernizar las normativas, porque los clandestinos no solo operan fuera de la ley, sino que también generan riesgos graves para quienes asisten a ellos", señaló la autoridad local.Sumado a lo anterior, el jefe comunal remarcó que estos espacios son especialmente peligrosos para los jóvenes, ya que no cuentan con controles sobre lo que se consume ni medidas de seguridad: "Cuando hay alcohol, pueden ocurrir delitos graves. Queremos que nuestra ciudad siga siendo segura, y para eso estamos trabajando de la mano con Carabineros y la PDI para iniciar fiscalizaciones más estrictas".Por su parte, Francisco Arévalo, capitán de la Primera Comisaría de Carabineros, indicó que las rondas de fiscalización comenzarán este próximo viernes en los puntos denunciados. "La mejor forma de contrarrestar este fenómeno es unir esfuerzos. Vamos a realizar operativos conjuntos con la Municipalidad y la PDI. Si encontramos un delito flagrante, actuaremos de inmediato, clausurando los locales y deteniendo a los responsables", explicó el efectivo policial, quien añadió que este fenómeno no es nuevo en la ciudad y que se han llevado a cabo operativos similares en años anteriores, destacando que el esfuerzo ahora es sostenido y coordinado.En este mismo sentido, el comisario de la PDI, Cristian Álvarez, afirmó que su institución trabajará desde el área investigativa, revisando las denuncias y cotejando datos sobre los locales clandestinos. "También estamos enfocados en el control de extranjeros y en coordinar las acciones necesarias para abordar este problema", aseguró el detective.Uno de los principales desafíos es frenar la dinámica que ocupan estos eventos ilegales, que utilizan redes sociales para anunciar sus actividades de manera discreta. Esto, según las autoridades, subraya la necesidad de contar con herramientas legales más eficaces para actuar rápidamente."Invitamos a quienes quieran operar un local de manera legal a que soliciten los permisos correspondientes. Los clandestinos no solo violan la ley, sino que generan espacios donde pueden ocurrir delitos graves. Por eso, nuestra meta es clara: asegurar que Punta Arenas siga siendo una ciudad segura para todos sus habitantes", concluyó el alcalde Radonich.Con esta nueva estrategia, las autoridades esperan no solo combatir el fenómeno de los locales y fiestas clandestinas, sino también reforzar el compromiso con la seguridad y la tranquilidad de la comunidad puntarenense.